Un majestuoso barco de cinco mástiles llamado «Royal Clipper», el velero de pasajeros más grande del mundo, llegó en la mañana de ayer a Eivissa procedente de Cannes (Francia). Se trata de una embarcación de lujo que en verano se dedica a realizar cruceros por el Mediterráneo. Algo que se sólo se pueden permitir aquellos que tienen mucho dinero, como los 210 gays que en esta ocasión componen su tripulación.

El interior está decorado como si de un palacete clásico se tratara pero adaptado a la modernidad. Sala de fiestas, piscina, jacuzzi individuales en cada camarote, servicio de restaurante con un menú de exquisiteces... Todo supervisado y dirigido por el capitán de origen alemán Jurgen Miller-Cyran, vinculado al mar desde que tenía 16 años. «El 'Royal Clipper' es una réplica de una fragata alemana de cinco mástiles llamada 'Preussen'.

Es el segundo verano que navega, ya que sólo tiene una año de vida. Su función es ofrecer cruceros, que en la época estival suelen ser de una semana y transcurren por el Mediterráneo». Esta semana el turno ha sido para 210 gays, quienes han colocado en uno de los mástiles la bandera del arco iris del orgullo gay. Ayer al mediodía abandonaron la embarcación por unas horas para dar un paseo por la zona de la Marina de Eivissa.

En el interior disfrutan de todo lujo de detalles. Pueden comer en el restaurante mientras ven en lo más alto cómo se bañan en la piscina, ya que ésta es completamente transparente. Barandillas de madera engalanadas con terciopelo, escaleras rematadas de manera muy barroca, una sala de fiestas que sirve copas a cualquier hora del día o relajantes baños en los numerosos jacuzzi que se reparten por los camarotes de la embarcación, son algunas de las comodidades de las que hace gala el «Royal Clipper».