La esposa del presidente del Gobierno alaba la isla donde ha descansado. Foto: T. MERCADAL

Ana Botella, muy bronceada, sale de las cases de Morell, y tras ella los dos perros cocker que han traido desde La Moncloa a Menorca para estas primeras vacaciones en la isla. El presidente del Gobierno no se encuentra, está jugando a paddle. El jardín de Morell es un oasis de silencio, con una brisa que invita a la conversación a la sombra de los árboles centenarios. Ana Botella nos invita a charlar sin prisas.

-¿Qué esperaban encontrar en Menorca?
-Un lugar perfecto para el descanso, para el sosiego y la intimidad. Hemos pasado unos días maravillosos, en familia, siempre en contacto con la naturaleza menorquina. Nos hemos enamorado de Menorca.

-¿Lo que más le ha sorprendido?
-La luz, los cambios que experimenta durante el día; el mar, que nunca cansa. Hemos disfrutado mucho, porque casi cada día hemos salido a navegar, para lo que hemos tenido la suerte de encontrar muy buen tiempo.

-Y todo sin prisas...
-Por supuesto, porque creo que hemos aprendido cuál es el ritmo de Menorca, con un estilo de vida muy en contacto con la naturaleza, y siguiendo los horarios que marca. Aquí hay mucha costumbre de levantarse temprano y disfrutar de las primeras horas de la mañana, que en verano son muy agradables. Los desayunos que he tenido ocasión de tomar en una terraza del puerto de Maó, con tranquilidad, sin agobios, sin que nadie te moleste, han constituido una experiencia muy grata.

-¿El ritmo de Menorca es distinto al de otros sitios?
-Efectivamente, en otros lugares como Mallorca o Eivissa se va a cenar mucho más tarde, con lo que se alarga la noche y luego, al día siguiente, resulta difícil levantarse pronto para disfrutar del día. Aquí es distinto, todo gira en torno a una manera de ser muy adaptada al medio natural. Los menorquines tienen una filosofía que nos ha encantado, basada en el principio de vive y deja vivir, fruto de muchos siglos de observar la naturaleza. Así se lo comenté hace unos días a José María paseando por el casco antiguo de Ciutadella, con su arquitectura de casas señoriales.

-Después del libro de narraciones que publicó, ¿piensa repetir esta experiencia?
-De momento no me lo ha planteado. Fue una iniciativa de la que estoy satisfecha, y que ha obtenido una buena respuesta. l Josep Pons Fraga/Fotos:T.Mercadal