Eivissa cuenta con 140.000 metros cuadrados de zonas verdes y ajardinadas, una cantidad escasa para el número de habitantes que viven en la ciudad, pero que generan suficiente trabajo para que las cuiden y adecenten a diario 18 jardineros.

Agrupados en cuatro equipos autónomos, formados por dos grupos de cinco personas y dos de cuatro, se reparten los parques y jardines de la ciudad para lograr que estén a punto y sanos durante todo el año. «Cada equipo tiene un jefe de zona que es el que decide qué se ha de hacer cada día y cómo se distribuyen las tareas entre los operarios», comenta Manolo, el jefe que se ocupa de tener a punto la zona de Dalt Vila, Sa Penya, Vara de Rey, la Marina y el Parque Reina Sofía. «Cada zona es distinta. Esta es la más pequeña pero la más vista, hay menos césped pero más jardineras que limpiar», dice.

Aunque más o menos hay un calendario que indica a lo largo del año las tareas obligatorias a realizar en materia de podas, trasplantes y demás, muchas veces estos profesionales tienen que jugar con imprevistos como el sucedido el pasado fin de semana con las lluvias «que nos han obligado a retirar mucha hojarasca de los distintos lugares», relata Manolo.

Jesús es el jefe de zona que se ocupa de tener a punto el Paseo Juan Carlos I, el cinturón de ronda, las rotondas, las avenidas de Can Misses y Blanca Dona. Este jardinero, con 11 años de experiencia, ha notado la evolución en su trabajo «sobre todo en los últimos años por la maquinaria y el modo en que se ha distribuido el trabajo en grupos autónomos que repercute en una mayor eficacia», opinión que comparten tanto Francisco como Pep, responsables de Platja d'en Bossa, Figueretes, Can Escandell y Cas Serres, y toda la zona del ensanche respectivamente que en los últimos días han estrenado material.