Este miércoles es el Día Internacional de las familias. Por eso el IES Isidor Macabich organizó una actividad de intercambio en la cocina, bajo el nombre ‘Nuestro cocinerito’ para el alumnado y las familias del FP Básico de Cocina y Restauración.

Como hay alumnos de diferentes nacionalidades y regiones de España, además es multicultural. Hablamos de intercambio porque la idea fundamental era que cada alumno cocinara con un padre o madre diferente al suyo. Así, terminó un ibicenco haciendo un pollo a la piña típico de Colombia, una senegalesa cocinando tarta de queso, un marroquí friendo empanadas paraguayas u otra ibicenca amasando gyozas.

Es la primera vez que se hace esta actividad, con un resultado muy positivo. «Hemos tenido una acogida muy buena, se han implicado todos los padres, han venido súper emocionados y súper ilusionados», ha aseguradoVictoria Zafrilla, tutora del FP Básico de Cocina y Restauración.
Las familias hicieron el pedido y el centro se encargó de comprar los ingredientes. Además, fue interdepartamental, pues los alumnos del FP Básico de Imagen y Sonido recogieron toda la actividad con sus cámaras e incluso amenizaron con la música.

«El perfil de la FP Básica es de alumnos que no les ha funcionado la ESO y es súper importante porque casi no se le da visibilidad», explicó la tutora, Victoria Zafrilla.

«El equipo directivo apostó por una formación de calidad, por eso hemos organizado muchos eventos durante el año, y trabajar con tanto apoyo y tanta ilusión es la clave de todo», defendió Zafrilla. Los alumnos de estos estudios tienen entre 15 y 17 años. En la actividad además estuvieron presentes en todo momento el jefe de departamento de Imagen y Sonido, así como el orientador del centro.

«Hay que pensar que son alumnos que de entrada en la ESO no funcionaron. Por circunstancias personales, o que por sus intereses trabajarían mucho mejor desde una profesión. Entonces, al final son alumnos a los que el sistema educativo ha rechazado, o que ellos han rechazado el sistema. El hecho de acceder a estas formaciones les supone un cambio y lo que intentamos es acogerlos con este tipo de actividades», explicó Luis López, orientador del centro.

Además, López señaló ese estigma que recae, por el perfil, «en las familias, de que no están involucradas». Ayer, esta actividad demostró lo contrario.

Familias

«La experiencia está siendo una pasada, a mi siempre me ha gustado interactuar, como cuando era pequeño iba a todo y ahora que está mayor ya no vas a nada me ha parecido la oportunidad de oro», aseguraba Nines. Su marido Jose, declaraba: «Yo como albañil no tengo tiempo para poder estar con ellos y hoy me he escapado para interactuar».

El matrimonio preparó con Brian un arroz al limón. «Está muy interesado y trabaja muy bien Brian, está haciéndolo casi todo», aseguran sobre el compañero de su hijo. Para él, está siendo una experiencia «muy bonita».

«Está siendo muy divertido», exclamaba Ana mientras amasaba gyozas junto a Wenbo y Xuepin, un alumno chino y su tía. Aunque por el idioma no podían interactuar, lo hacían con sonrisas. «Me lo estoy pasando muy bien», dijo Xuepin, mediante su sobrino.

Adan es marroquí e hizo las empanadas paraguayas con Carmen. Él está descubriendo «otros sabores sobre todo, porque nosotros usamos mucha pimienta, mezclamos mucho, o agridulce y aquí no usan mucho». «Nosotros no usamos nada picante ni agridulce», cuenta Carmen, que por su parte asegura que usan mucho la carne picada, para hacer «pastelón de patata, empanada de yuca, patata rellena». «Como madre estoy m,uy orgullosa, porque veo que hacen de todo, veo como trabajan en equipo y él está aprendiendo un montón, la verdad que estoy muy contenta y orgullosa de ellos.»