El taller, organizado por la Asociación de Vecinos de ses Figueretes, fue todo un éxito | Arguiñe Escandón

La cocinera Catalina Riera, de Ca n’Alfredo, quiso encomendarse a Dios antes de iniciar el taller de orelletes organizado este sábado en la Asociación de Vecinos de Ses Figueretes. «¡Que Dios nos ayude!», espetó antes de comenzar, aunque la gran mayoría de participantes debió pensar que esa ayuda no sería necesaria con la gran experiencia que Riera acumula ante los fogones.

Unas 20 mujeres se animaron ayer a pasar la mañana aprendiendo a elaborar este dulce típico ibicenco que solía repartirse en todas las «BBC» de antaño, esto es, bodas, bautizos y comuniones, bromeó Catalina Riera antes de comenzar. Lo cierto es que en la actualidad todavía son muchas las celebraciones en la isla en las que se siguen comiendo orelletes.

Animada por Nuria Ferrer, impulsora de esta iniciativa, Riera explicó que «lo que es tradicional, yo lo hago», aunque reconoció que en los últimos años las orelletes no es un dulce que haya elaborado en demasiadas ocasiones.

Según la cocinera, y aunque cada uno sigue su propia receta, las orelletes deben hacerse con harina, huevos, manteca, anís, ralladura de limón y azúcar. «Hay que dejar reposar la masa, que no debe quedar ni muy gorda ni muy fina, y después se le da la forma y se fríe con aceite de oliva», recordó. A pesar del encarecimiento del aceite, Riera consideró que, cuando uno quiere cocinar un determinado plato, «no debe mirarse tanto si ha subido de precio porque, en caso contrario, ya no sale la receta».

Marga y su amiga Magda son dos de las participantes que no quisieron perderse el taller. Amantes de la cocina tradicional ibicenca, bromeaban asegurando que «las sabemos comer, pero no elaborar», por lo que no perdieron ayer la oportunidad de aprender. «Tenemos ganas de seguir conociendo recetas típicas. Además, soy del barrio y es una iniciativa que hay que apoyar», aseguró Marga.

Francisca explicó que ella no es «demasiado cocinitas», aunque le apasiona todo lo relacionado con la tradición y la cultura ibicenca. «Ya vine con mi hermana al taller de los macarrons de Sant Joan. No soy del barrio, pero hemos venido a aprender y a pasar el rato», manifestó. Junto a su hermana, explicó también que en su localidad de origen, Sant Jordi, las orelletes tienen una forma particular que imita a una rosa.

Esperanza, libreta en mano, afirmó que a ella le gusta «mucho» la cocina «y mantener nuestras costumbres», por lo que intenta participar en iniciativas como la organizada ayer en Figueretes.

Nuria Ferrer, por su parte, comenzó el taller explicando que iban a utilizar dos kilos de harina, con lo que se podrían elaborar unas 20 orelletes. Para esta ocasión, Nuria y Catalina siguieron la receta de Lidia, de la tienda de Can Andreuet de Santa Eulària.

Desde la asociación de vecinos recordaron que, en los últimos meses, han organizado talleres de cuinat, macarrons de Sant Joan y ahora el de orelletes, cuyas plazas se llenaron en hora y media. En todos, el éxito de participación ha sido tal que piensan ya en próximas iniciativas.

El curso finalizó con la degustación de este rico dulce. «A todo el mundo le da por hacer flaons. ¿Y las orelletes, qué?», afirmaron también desde la asociación de vecinos.