Ayer me entregaron por fin mi coche nuevo. Un Dacia Sandero Stepway de color granate. Precioso. Del mismo tono que aquellos Seat 127, Seat Fura y Renault 11 que tuvieron mis padres. Tras sacarlo del concesionario me acerqué a dejar a mi madre en la fisio y empezó la aventura. Yo que había superado con mi amigo Víctor un Survival Zombie y que he conducido por Madrid en los peores años de las obras de Madrid Río y el soterramiento de la M30 pensé que me daba algo.
Sufriendo al volante por Ibiza
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1 comentario
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Pobrissó...Pensa que et podies haver quedat a Madrid, així hi hauria un cotxe menys....