El portavoz socialista en el Parlament, Iago Negueruela, lleva semanas esforzándose en intentar demostrar que el problema de las mascarillas se debe a que el actual Govern no reclamó dentro de los plazos correspondientes el dinero de las mascarillas defectuosas a la empresa representada por el socialista Koldo García, exasesor de José Luis Ábalos. Realmente es sorprendente que Negueruela, un político con una trayectoria marcada con intentar manejar los medios de comunicación a su antojo durante años, intente ahora marcar el relato informativo ante un escándalo que afecta única y exclusivamente al PSOE, no al PP.

Saber la verdad

Más allá del intento de Negueruela de desviar la atención informativa en el ‘caso mascarillas’, lo único importante es saber los motivos por los cuales Armengol eligió a la empresa vinculada a Koldo sin tener ningún tipo de aval sobre su experiencia en material sanitario. Solo hay una pregunta posible: ¿Quién llamó a Armengol para que contratase la empresa de Koldo? O quizás también podría razonar el motivo por el cual las mascarillas estuvieron dos años en unos almacenes sin ser utilizada. Si no eran útiles para uso sanitario, ¿no hubiesen podido facilitarse a las farmacias para su utilización por parte de la población y recuperar el dinero invertido?

Un caso grave

Sin perder el foco del ‘caso Koldo’, lo realmente importante es, en primer lugar, recuperar el dinero defraudado al Govern con la compra de material defectuoso. Y que los culpables políticos de este escándalo asuman responsabilidades. Conviene recordarle al PSOE que ha habido escándalos que han acaparado la atención en Balears durante meses por una cuantía económica muy inferior a la pagada a la trama de Koldo y compañía. Mientras no se den unas explicaciones convincentes habrá que malpensar y creer que había connivencia entre el Govern de Armengol, fuese quien fuese, y Koldo. Lo único que sabemos es que se trata de una trama del PSOE con gobiernos socialistas y nadie más. Todo lo demás es puro humo que no convendría seguir dándole tanta visibilidad mediática para intentar salvar a Armengol.