El Servei d’Acollida de Vila, más conocido como SAM, es un servicio que acoge a muchas personas que no pueden pagar una vivienda en Ibiza. Un usuario de 70 años explica que le gustaría salir del albergue donde ahora duerme y vive, pero con la pensión que cobra no tiene suficiente para pagarse el alquiler de la vivienda. En el centro se dispone de habitación, desayuno, comida y cena. Mientras tanto, los técnicos ayudan a los internos a poder ahorrar y recuperar su vida anterior, pero no siempre es fácil. El ahorro depende siempre de la cuantía de la pensión.

Un servicio esencial.
Este tipo de albergues se han convertido en un servicio esencial porque cada vez hay más personas y familias que, aunque tengan ingresos, son insuficientes para poder pagarse lo que cuesta un alquiler en Ibiza, si bien el problema incluso es mayor en Formentera. Los albergues son soluciones provisionales hasta que sus residentes pueden regularizar su situación económica, pero al menos son una alternativa digna que cumplen una función esencial en las actuales circunstancias, marcadas por la falta de oferta en materia de vivienda.

Sin soluciones.
Lamentablemente a nadie le sorprende ya que haya personas que, aunque tengan ingresos, no puedan disponer de una vivienda para poder residir dignamente. Las medidas que se han adoptado para promover el alquiler han conseguido el efecto contrario, y el alquiler turístico de pisos residenciales ha sido muy perniciosos porque se ha retirado del mercado muchísima oferta. Otro aspecto importante que se ha descuidado es conseguir garantizar a los propietarios de pisos que puedan cobrar los alquileres. Mientras estos aspectos no se solucionen, por desgracia seguirá habiendo muchas personas que deban recurrir a este tipo de albergues. Además de tomar soluciones equivocadas, los distintos gobiernos parecen tener muy poco claro cómo revertir la situación, lo que significa que el drama seguirá durante mucho tiempo e incluso puede empeorar en los próximos años.