Un informe de los servicios jurídicos del Parlament ha constatado que el presidente de la Cámara, Gabriel Le Senne, y la presidenta de Vox en Balears, la ibicenca Patricia de las Heras, fueron expulsados del grupo parlamentario de forma irregular. Este informe supuso un punto de inflexión en esta crisis política ya que supuso un parón que permitió a los cinco diputados díscolos renegociar con la dirección del partido. Contra todo pronóstico, ya que mostró contundencia desde el primer momento, Santiago Abascal ha decidido que los cinco amotinados seguirán siendo militantes de Vox. Así, durante la tarde de ayer se puso fin a la crisis de Vox. En este sentido, Gabriel Le Senne seguirá presidiendo el Parlament, la ibicenca Patricia de las Heras seguirá siendo la presidenta de Vox en Baleares y los cinco diputados que iniciaron todo este espectáculo continuarán siendo militantes de esta formación política.

Teoría de la conspiración

Mientras Vox intentaba solucionar este esperpento, el portavoz socialista, Iago Negueruela, sigue viendo una teoría de la conspiración donde, según él, la presidenta del Govern, Marga Prohens, había planeado un complot para aprovecharse de los votos de la formación que lidera Abascal. Negueruela debería explicar qué beneficio puede sacar Prohens de esta situación porque, a diferencia de lo que dice el portavoz socialista, la inestabilidad de Vox no es buena para el PP, a no ser que la presidenta del Govern pueda amenazar con convocar elecciones en abril y dejar a sus actuales socios sin representación en el Parlament.

Fin al esperpento

Vox debe asumir que ha hecho el ridículo más espantoso al no cumplir ni los más elementales trámites para expulsar a alguien del grupo parlamentario. Si ese alguien es el presidente del Parlament, quizás se tendrían que haber asesorado un poco y no cometer este tipo de errores que no hacen más que dañar la imagen de la Cámara balear y de la política en general. Los votantes de Vox no merecen este espectáculo, ni tampoco el resto de ciudadanos de Baleares.