Esta semana empezó con el anuncio del preacuerdo entre PP y Vox para que la presidencia del Parlament fuera para el partido liderado por Santiago Abascal. Un gesto de acercamiento entre posturas que, una vez constituido el Parlament este pasado martes, se disolvió al afirmar desde Vox que no iban a «regalar» sus votos al PP. La situación vivida en Extremadura, donde la candidata del PP se niega a pactar con Vox, alejaba aún más las posturas de ambos partidos en Baleares. Sin embargo, la semana acaba con lo que parece ya más que inminente acuerdo entre PP y Vox para que Marga Prohens gobierne en solitario.

El complejo equilibrio

Los equipos negociadores de PP y Vox en Baleares tienen prácticamente cerrado el acuerdo que permitirá a Prohens gobernar en solitario. Un acuerdo que aún tiene flecos pendientes, como el tema de la lengua y la situación del castellano en las aulas o bien las políticas de igualdad. Si bien hay buena predisposición, diálogo y entendimiento entre ambos partidos Vox no acaba de fiarse del todo y exige «fórmulas» para hacer un seguimiento de los acuerdos que se alcancen con el PP. Para ello, los ‘populares’ ofrecen una comisión que vigile el cumplimiento de los acuerdos.

En cuanto a los puntos en los que coinciden está la reducción de cargos en el nuevo Govern (actualmente hay    consellerias, más la presidenta del Govern), eliminar la Oficina Anticorrupción y cambiar algunas leyes aprobadas por el gobierno de Armengol, como la ley turística o de educación.

El cambio

Tanto PP como Vox tienen claro que debe haber un cambio en Baleares tras ocho años de políticas de izquierdas y tal y como han reflejado los ciudadanos en las urnas. En sus manos está el poder hacerlo viable y duradero en el tiempo.    Previsiblemente, el acuerdo entre ambas formaciones se firmará de forma definitiva este próximo lunes.