Ibiza16/06/19 4:01
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La elección de los presidentes de las corporaciones locales de las Pitiusas en las diferentes sesiones plenarias celebradas ayer no han causado sorpresas ni imprevistos de última hora. En todos los ayuntamientos de Ibiza el alcalde o alcaldesa es la persona que ocupaba el número uno de la lista más votada. En Santa Eulària, Carmen Ferrer; en Sant Joan, Toni Marí; en Sant Antoni, Marcos Serra; en Sant Josep, Josep Marí; y en Vila, Rafa Ruiz. Todos ellos gozan de una mayoría estable -ya sea por medios propios o a través de acuerdos con otras fuerzas políticas- para gobernar sin sobresaltos y para ejecutar los compromisos programáticos comprometidos con la ciudadanía. A primera vista, por tanto, se avizora cierta estabilidad institucional, lo cual siempre es positivo.

Reparto en Formentera.
En la Pitiusa del sur Gent x Formentera (GxF) ha pactado un gobierno de coalición con el PSOE, fuerza ideológicamente afín y con la que concurrieron a las elecciones autonómicas. Alejandra Ferrer (GxF) sustituye a Jaume Ferrer y presidirá el Consell los próximos 28 meses, transcurridos los cuales dejará el puesto a Ana Juan hasta el final del mandato. La formación insularista tuvo que ceder, aunque no tanto como los socialistas hubiesen querido, ya que reclamaban el reparto de la presidencia de la institución durante dos años para cada partido. Habrá que ver si GxF será capaz de gobernar con otro partido, tras cuatro años de mayoría absoluta.

El PSOE pierde poder.
Tras el acuerdo en Sant Antoni y en el Consell d’Eivissa, que si no hay sorpresas presidirá Vicent Marí (PP) con el apoyo de Javier Torres (Ciudadanos-Cs), los socialistas abandonan el poder en dos instituciones ibicencas que recuperan los populares. Pese a haber sido la fuerza más votada en Balears, Ibiza sigue siendo un feudo del PP, aunque la irrupción en el panorama político de Cs exigirá buena dosis de mano izquierda. También en Vila y Sant Josep, donde Podemos condicionará la política en ambas corporaciones. Es tiempo de diálogo y de negociación. Se acabaron los rodillos.