Sus detractores dicen que no hace nada, que se dedica a leer el Marca, pero a la vista de sus últimas victorias políticas se podría decir lo contrario. Ayer, Ana Pastor era elegida presidenta del Congreso de los Diputados con el voto a favor de Ciudadanos y las abstenciones de los nacionalistas. Para la socialista ibicenca Sofía Hernanz la abstención de los nacionalistas es un síntoma de que habrá un gobierno del PP presidido por Mariano Rajoy. Es posible que ni siquiera necesite la abstención de los socialistas y que los nacionalistas y vascos, con su abstención, permitan la investidura del líder del PP. De momento, Rajoy, el que nunca hace nada, sumó ayer una nueva victoria, la segunda tras los buenos resultados del pasado 26 de junio.

La investidura, más cerca. Las negociaciones no son nunca fáciles. Aznar, en su primera legislatura, necesitó muchas semanas de negociación poder ser elegido presidente. Y lo hizo gracias a Jordi Pujol y Convergència i Unió. Para ello, Aznar dijo aquello de que hablaba catalán en la intimidad. Sea como sea, los partidos tienen sus propias estrategias y que nadie espere que Sánchez diga ahora que su partido se abstendrá en la investidura de Rajoy. Ni tampoco a Ciudadanos le interesa, a las primeras de cambio, dar la impresión de que se entrega a los brazos de Rajoy. La política tiene sus tiempos y ayer se demostró de nuevo. A la hora de negociar la Mesa del Congreso, el PP ha actuado con generosidad e inteligencia. Ha cedido puestos al resto de partidos para poder tener la presidencia. La izquierda volvió a perder una oportunidad y dividió su voto en la primera votación. En la segunda, el socialista López sumó los apoyos de Podemos pero no del resto de partidos nacionalistas. Se quedó a las puertas de la reelección y Ana Pastor, una dirigente política con un perfil moderado, se convierte en la segunda mujer en presidir el Congreso de los Diputados.

El siguiente paso. Ahora solo resta un tramo para acabar esta larga negociación. Rajoy debe asegurarse la presidencia del Gobierno, previsiblemente en una segunda votación. Habrá que ver cómo se las arregla Rajoy para conseguir su objetivo, pero por el momento nadie puede cuestionar que sus jugadas le están saliendo bien. Y, como dicen sus adversarios políticos, sin trabajar, leyendo el Marca.