EditorialEivissa08/03/15 0:00
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El presidente de los hoteleros pitiusos se preguntaba en este mismo diario: ¿estarán los espacios públicos en condiciones para el 1 de abril? Es una buena pregunta, sobre todo porque si el objetivo es alargar la temporada, empezarla antes y acabarla después, hay que tener las infraestructuras preparadas, las playas mínimamente presentables para empezar a acoger a los primeros turistas que llegan a la isla. De hecho, como informó este diario el viernes, compañías low cost han empezado a programar vuelos a Eivissa para finales de mes, lo que implica y garantiza que habrá muchos visitantes a principios de abril en la isla, que deben encontrar las infraestructuras en buenas condiciones.

La normalidad. Los espacios públicos deberían estar siempre en buenas condiciones. Quizás es justificable que las playas no se limpien a diario durante los meses de invierno, pero los entornos turísticos sí tendrían que estar en condiciones para empezar a acoger turistas. Sin embargo, los residentes ibicencos también tienen derecho a unas infraestructuras presentables, en invierno y en verano, y puede sonar incluso extraño que solo se piense en adecentar los servicios públicos en vistas a la temporada turística. Con los impuestos que pagan los pitiusos, lo normal sería un mantenimiento todo el año, no solo en verano.

Un esfuerzo de todos. La desestacionalización requiere un esfuerzo de todos, de hoteleros, sobre todo, de compañías aéreas, de tour operadores, pero también de la administración municipal. De poco sirve marcharse a las principales ferias turísticas que se celebran en el mundo y, mientras tanto, descuidar las cosas más elementales como el transporte público, la limpieza, o instalar hamacas en las playas para que los turistas puedan tomar el sol. Puede suponer incluso llamativo que los hoteleros tengan que presentar un listado a los ayuntamientos para que recuerden cuáles son los principales problemas del municipio. Hablar de desestacionalización como concepto puede estar muy bien, pero lo importante es ponerse manos a la obra y trabajar en las cosas más sencillas.