Mariano Rajoy, ayer en la cumbre iberoamericana en Panamá. | Efe

El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, explicó ayer que el próximo miércoles irá a Barcelona para inaugurar una reunión de «Estados nacionales» del Mediterráneo y que no se ocupara allí de otros asuntos como intentar una reunión con el presidente de la Generalitat, Artur Mar, porque «no tiene sentido».

Rajoy, en la conferencia de prensa final de la cumbre iberoamericana de Panamá, fue preguntado por sus intenciones en ese viaje a Barcelona.

En concreto, si intentará aprovechar el desplazamiento para entrevistarse con Mas en medio de las diferencias existentes en torno al futuro de Catalunya.

El jefe del Ejecutivo resaltó que irá a Barcelona para abrir una reunión que considera muy importante (la denominada 5+5) y en la que participarán los ministros de Exteriores de cinco países europeos y cinco africanos que comparten el Mediterráneo.

Añadió que el año pasado hubo una reunión de los presidentes de estos países en Malta y que allí se decidió que en esta ocasión se celebrara en Barcelona.

Contenido empresarial

Rajoy explicó que esa reunión tiene contenido empresarial, ya que participarán representantes de empresas de esta región, y que llega en un buen momento para analizar situaciones como las que se están produciendo con la llegada de inmigrantes a Lampedusa.

A su juicio, lo que hay que hacer es «tener la generosidad, la altura de miras y la inteligencia para darse cuenta de que hay que ayudar a muchos países donde es muy difícil vivir en estos momentos a que salgan de esa situación y las personas que allí viven tengan una vida digna».

«De eso es fundamentalmente de lo que vamos a hablar. Yo, de lo demás, francamente, es que no me voy a ocupar. Es que no tiene sentido, y vamos a dedicarnos a cosas que son muy importantes», agregó en referencia a su posible entrevista con Mas.

Los organizadores del acto de Barcelona han explicado estos días que no estaba previsto que Mas interviniese en el mismo y no han confirmado que desde la Generalitat se estuviesen haciendo gestiones para garantizar que pronunciase unas palabras.

Por su parte, fuentes del Gobierno catalán señalaron que aún no estaba cerrada la agenda del presidente para los próximos días.