Además de ser una escuela, también fue el hogar donde nació el pastelero Pepe de Cas Sucrer.

Se dice que los proyectos con alma son aquellos que tienen detrás un relato que contar, una historia que le da sentido y en el caso del hotel S’Antiga, ha sido sin duda la ilusión de Pedro Capó y Ester Servera por dar vida a una antigua casa señorial. Un edificio carismático situado en el corazón del municipio de Es Mercadal que en su día albergó la primera escuela para niñas de la población y que ha sido transformado en un coqueto establecimiento hotelero de diez habitaciones solo para adultos. Inaugurado en abril de 2022, no solo ha conseguido integrarse en el paisaje de Menorca sino que después de dos temporadas abierto y a punto de iniciar su tercera, se ha convertido en un referente de confort, calidez y encanto para sus huéspedes, algunos de ellos ya convertidos en fieles repetidores.

ORIGEN. Curtidos en el mundo de la hostelería durante más de 35 años, Pedro Capó y Ester Servera decidieron en 2018 hacer realidad su sueño de poder desarrollar un proyecto hotelero en primera persona. Una idea que tenían en mente desde hacía tiempo con el objetivo de poder hacer un cambio en sus vidas, tras décadas de trabajo al frente de un conocido pub irlandés ubicado en Ciutadella. «Yo empecé a trabajar con 21 años y mi mujer Ester con 16. En 1999 adquirimos el Blarney Stone en Cala Blanca, un pub al que hemos dedicado 25 intensos años de nuestras vidas donde ella estaba en la cocina y yo en el bar, sirviendo a locales y visitantes durante jornadas maratonianas», explica Pedro Capó. «Además de la ilusión que nos hacía, el hecho de lanzarnos a la apertura de un hotel de interior, la visualizamos como una nueva etapa de nuestras vidas y con la complicidad de nuestro hijo Pedro, que después de estudiar Hostelería, el año pasado asumió la gestión del pub irlandés junto a un encargado», comenta Capó.

Tras diversas búsquedas de inmuebles por la Isla, encontraron en el municipio de Es Mercadal una casa señorial construida en 1896 que reunía todas las características necesarias para proyectar todas estas ilusiones que anhelaban para su nueva aventura empresarial. Antes, pero, fueron necesarios dos años para que les concedieran el permiso de obra y año y medio de obras hasta poder inaugurarlo en abril de 2022, más tarde de lo previsto por culpa de la pandemia.

Equipo humano del hotel S'Antiga
Pedro Capó y Ester Servera junto al equipo humano que conforma el hotel S’Antiga en Es Mercadal y que abrió sus puertas en 2022.

PROYECTO. Con 500 metros cuadrados de superficie y tres plantas, el hotel luce una arquitectura mediterránea respetando los elementos y materiales que ya existían. Del marés a las vigas de madera vista, los perfiles suaves o el uso del color blanco en paredes rugosas y las esquinas redondas, Pedro Capó y Ester Servera han conseguido crear una atmósfera de calidez y confort en todo el establecimiento. Cuando uno entra en S’Antiga, se encuentra con una recepción abierta y espaciosa que conecta con la zona de descanso y la biblioteca. La planta baja alberga el comedor a través del cual se accede también a una amplia terraza de aire marinero en el que los colores neutros marcan la pauta y que corona con una bonita piscina para que los clientes puedan relajarse. En S’Antiga sirven desayunos a sus huéspedes preparados con productos locales para que puedan probar los sabores de Menorca.

Las diez habitaciones con las que cuenta el hotel lucen un aire moderno y fresco que mantienen el carácter mediterráneo del edificio. Buena parte de los elementos decorativos y varios de los muebles que ocupan las estancias de S’Antiga son los originales de la vivienda que fueron restaurados y tapizados de nuevo, además de otras muchas piezas que este matrimonio de Ciutadella se encargó personalmente de seleccionar a través de anticuarios, para que pudieran maridar a la perfección con el estilo del hotel. «A los dos nos encanta la decoración y pudimos disfrutar mucho durante todo el proceso de reforma, inspirándonos en lugares en los que habíamos estado o a través de revistas y tendencias de interiorismo», explica Ester Servera. El arte también está muy presente en todo el hotel, con obras de artistas locales como Marc Jesús, Marianela Gallardo o Magda Triay, cuyos trabajos acompañan diversas estancias del establecimiento.

Hotel S'Antiga
Vista general de la entrada donde se respira un aire mediterráneo en todas las estancias.

ECOFRIENDLY. El compromiso con el cuidado y la preservación de Menorca hizo que en el proyecto del hotel S’Antiga se quisiera privilegiar el hecho de ser un establecimiento ecológico y eficiente desde el punto de vista medioambiental. El edificio fue dotado de un sistema de reutilización de aguas grises con el que poder aprovechar el agua utilizada en lavabos y duchas en la carga de cisternas de inodoros, además de disponer de una instalación fotovoltaica cuya generación de energía alcanza los 9 kW de potencia. «La reforma también incluyó un aislamiento térmico para impedir las pérdidas de frío o calor con el objetivo de reducir el gasto en calefacción y refrigeración», explica Pedro Capó. Otra de las mejoras fue el tratamiento de agua por osmosis para poder ofrecer un agua de calidad tanto natural, fría o con gas a los huéspedes sin necesidad de utilizar agua embotellada.

PERSPECTIVA. El hotel S’Antiga emplea actualmente a cinco personas entre limpieza, recepción y mantenimiento. «Del día a día se encarga Tomeu Serra, un profesional con una amplia experiencia en el sector hotelero que acompaña a los huéspedes durante toda su estancia. Yo también vengo cada día porque siempre hay cosas que hacer y ahora que Pedro no llevará directamente el pub, podrá echar una mano también», explica Ester Servera.

Desde que el establecimiento abrió sus puertas, ya ha logrado convertirse en lugar de referencia para muchos clientes repetidores de todas las nacionalidades, desde nacionales hasta ingleses, franceses, austríacos, portugueses, alemanes, italianos y también americanos, que aprovechan el vuelo directo con Palma para visitar Menorca. «La ocupación hasta el momento ha sido siempre superior al 95 por ciento y por ello estamos muy contentos de la gran acogida que hemos tenido», añade Ester Servera.

Uno de los últimos proyectos que tienen en marcha ha sido la adquisición de un inmueble colindante al hotel, en el que tienen previsto acondicionar un garaje almacén para las bicicletas de los huéspedes, además de una lavandería para dar servicio al hotel. «Queremos ser un establecimiento bikefriendly con todos los servicios necesarios», destaca Pedro Capo. En proyecto también tienen construir dos viviendas en la planta superior del edificio que sirvan de apoyo para vivienda del personal del hotel o incluso para ellos mismos.