La desigualdad en Balears, en cifras

Balears se está recuperando de la crisis pero todavía escuecen las heridas que ha dejado. Pérdida de tejido empresarial, paro, pérdida de prestaciones sociales... son algunas de las consecuencias de seis años de recesión. Las oportunidades que se han dejado atrás, los desahuciados o la famosa generación perdida son otros de los daños colaterales. Hay menos desigualdad en las Islas que en el conjunto de la sociedad española, pero aun así la foto fija de la recuperación deja un amargo sabor de boca.

A pesar de que desde 2014 se aprecia una mejora de la situación social, muchas familias de Balears siguen teniendo serias dificultades económicas. El 17,9% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza (calculado en 2014 a partir de los ingresos de 2013), que mide la desigualdad en términos de diferencias en los ingresos de las familias más ricas frente a las más pobres. La buena noticia es que esta cifra baja un 1,9% respecto a 2013. La mala es que casi 200 mil personas siguen viviendo por debajo de lo que se consideran las mínimas condiciones económicas de vida. Es señalable que también se ha registrado un movimiento emigratorio que ha reducido la población de 1.119.434 en 2012 a 1.111.674 en 2013 y que continúa en 2014 (1.103.442 personas).

Asimismo, el 23,8% de la población se encuentra en riesgo de exclusión social. En números absolutos son 264 mil, lo que supone una considerable mejora frente a las 311 mil de 2013. Pueden darse tres casos de riesgo de exclusión social: se trata de personas que están bajo el umbral de la pobreza, se encuentran en situación de carencia material severa (no se pueden permitir una comida de carne o pescado cada dos días, no pueden irse una semana de vacaciones o acumulan retrasos en el pago de facturas, entre otros posibles casos) o son hogares sin empleo.

Y el 33,5% de la población de Balears tiene dificultades o grandes dificultades para llegar a fin de mes, y llega hasta el 67,5% si se incluyen las personas con ciertas dificultades: en una palabra, la inmensa mayoría de ciudadanos.

Los datos de condiciones de vida de las Islas son mejores que el conjunto del Estado, sobre todo por la notable mejora del último año estudiado (2014, respecto a los ingresos de 2013). La tasa de población en riesgo de pobreza empeoró en España del 20,4% en 2013 al 22,2% en 2014, mientras que en Balears ha bajado del 19,8% al 17,9%. También es mejor la tasa de riesgo de exclusión social balear, del 23,8%, que la española, del 29,2%. Sin embargo, Balears ha empeorado en número de hogares con retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal, pasando del 17,2% al 18,1% y de la segunda a la primera posición.
Otra cara de la recesión es la gran cantidad de familias que han perdido su casa. En 2014 hubo 3.128 ejecuciones hipotecarias, de las cuales 163 fueron de fincas rústicas, 113 de solares, 895 de otras edificaciones urbanas y 1.953 fueron de viviendas. Es decir, que cinco familias perdieron su casa cada día durante todo el año pasado.

DESEMPLEO. Gran parte de los problemas para llegar a fin de mes empiezan cuando no se consigue un trabajo o cuando el salario no es suficiente. En este sentido, la situación ha empeorado de manera dramática en seis años. En 2008 el paro fue del 10,16%. La población activa, del 64,99%. La afiliación a la Seguridad Social de 456.587 y la media de parados, 49.111.

El año considerado como el del inicio de la recuperación, 2014, cerró con una tasa de paro del 20,14% y 75.405 parados registrados. La población activa fue en 2014 del 64,89% y la afiliación a la Seguridad Social, de 412.396 personas. La diferencia en seis años es que hay prácticamente la misma población dispuesta a trabajar pero el desempleo se ha disparado.

Es en el terreno social cuando las cifras se convierten en personas, que se han quedado sin trabajo o que han sido damnificadas por el empeoramiento de las condiciones de trabajo o expulsadas del mercado laboral. El ejemplo más claro de los expulsados del mercado laboral son los parados de larga duración, es decir, los que llevan más de un año buscando empleo. En 2008 había una media de 49 mil parados, de los que poco más de tres mil (el 6,3%) lo eran desde hace más de un año. En 2014 la media de parados de todo el año fue de 75.404, de los que 15.286 eran desempleados de larga duración. El porcentaje se ha triplicado hasta el 20,27% y hay cinco veces más de parados de larga duración.

Tomando como referencia la Encuesta de Población Activa, que contabiliza los parados de otra forma (no solo los que están apuntados en las listas del SOIB), los resultados son similares. En 2008 había un 1,23% de parados de larga duración sobre la población activa (parados y ocupados), y seis años después la cifra se había disparado hasta el 9,68%.

Las familias lo han pasado mal. Además del paro, ha habido un gran aumento de la contratación temporal y parcial. Y en consecuencia, los hogares han ingresado cada vez menos dinero. La renta media anual de los hogares ha pasado de 30.672 euros en 2008 a 26.307 a 2012, los últimos resultados disponibles. Es decir, que en cada casa de Balears han perdido, de media, 4.375 euros cada año. De manera similar, la pérdida de renta por persona ha sido en este periodo de 1.435 euros anuales, pasando de 11.821 euros en 2008 a 10.386 en 2012. Y la renta media por unidad de consumo ha caído en Balears en 2.121 euros, pasando de 17.548 en 2008 a 15.427 en 2012.

LOS JÓVENES. Balears tiene un 10% de población joven, de 15 a 24 años. En enero de 2014 eran 110.185 personas, 12.589 menos respecto a 2008, un claro signo de baja natalidad y envejecimiento poblacional. Y aun así, también han descarrilado en el terreno laboral.

El paro juvenil es una de las mayores preocupaciones de los organismos europeos. No es para menos, ya que los trabajadores menores de 25 años son el colectivo con más desempleo, que en 2014 llegó al 44,43% de paro. El siguiente tramo de edad con más paro es el de 25 a 34 años, con un 23,42% en 2014.

La cara positiva del desempleo juvenil es que se corrige la tasa de abandono escolar y se da una oportunidad a la formación. Así lo demuestran los datos. La tasa de abandono escolar de 18 a 24 años ha bajado un 10% en estos seis años tanto para hombres como para mujeres hasta el 32,07% en 2014. Pese a todo, 25.100 personas que dejaron los estudios de forma prematura y Balears es líder en abandono escolar. Como tienen menos posibilidades de trabajar, baja también el número de menores de 26 años con bajo nivel de estudios: ha pasado de 78.400 a 65.500, según los datos del Ibestat. Se observa también un aumento de la población de 30 a 34 años con estudios superiores finalizados, del 28,9% en 2008, al 35,3%.

¿Existe la generación perdida? Muchos jóvenes han perdido el tren, según los últimos datos del Govern correspondientes a 2013. De todos lo países de la Unión Europea, solo Italia, Bulgaria y Grecia tienen más ni-nis que Balears, que es la sexta comunidad con más incidencia de España.

En toda la UE existen 4.351.200 ni-nis. ¿Y en Balears? De 100.402 jóvenes, 21.522 ni estudia ni trabaja (el 21,4%). De estos, con los años aumentan los que buscan trabajo activamente frente a los inactivos, lo que lleva al mismo Govern a admitir que el principal problema de este colectivo es la falta de oportunidades laborales.