David Gómez nacio´en Suiza y estudió cuatro años en el Conservatorio de Rotterdam, en Holanda donde descubrió la magia de la luz de las velas.

Entre sus premisas está la de «acercar la música clásica a la gente» y pretende hacerlo, entre otros modos, con una serie de conciertos en los que junto al piano el protagonismo lo recogen doscientas velas. «Odio la luz artificial», afirma con rotundidad el pianista David Gómez, quien actuará el próximo domingo en el baluarte de Sant Pere dentro del ciclo De nit al baluart, impulsado por el Ayuntamiento de Vila (el precio de la entrada es de 20 euros).

Nacido en la localidad suiza de Wattwill en 1974, Gómez estudió durante cuatro años en el Conservatorio de Rotterdam (Holanda), y fue allí donde surgió la idea de utilizar velas. «En las casas holandesas se encienden por la noche y empecé a hacerlo también, inlcuso para estudiar, y se me ocurrió la idea de los conciertos». De este modo, Gómez da un ambiente íntimo a la interpretación musical y logra una mayor atención para las interpretaciones, explica.

Pero no todos los lugares son válidos para la experiencia que propone el pianista, que busca lugares que sean diferentes, que tengan una atmósfera especial, «como el baluarte de Sant Pere», recalca. «He hecho conciertos con velas en faros o ruinas de iglesias», recuerda, para añadir que para el próximo año tiene previsto hacer el primero en un cementerio. Al respecto, Gómez bromea: «Hay que tener más miedo de los vivos que de los muertos».

En Eivissa, el pianista interpretará obras de Bach, Chopin, Lecuona o Piazzola, pero no todo el programa girará en torno a los clásicos, puesto que también incluirá composiciones propias, las cuales ha grabado en un cd titulado The Island, dedicado a Balears e inspirado en lugares como el faro del Cap de Barbaria o el tren de Sóller.

Para Gómez, sus piezas son «muy cinematográficas» y, de hecho, parte de sus esfuerzos se dirige a que puedan formar parte de alguna película, un mundo, el del cine, que no le es totalmente ajeno ya que ha participado como actor en algunos cortometrajes. «Con la combinación de mis composiciones y la de autores clásicos pretendo que los conciertos sean amenos y variados», comenta. Además, en los temas compuestos por él no solo el piano lleva la voz cantante. «Por ejemplo, en alguna pieza toco el piano con la mano izquierda y con la derecha un acordeón, es una combinación que queda muy especial». También es cierto, tal y como reconoce, que, con el paso de los años (ya lleva diez con la serie a la luz de las velas), sus composiciones van cobrando más peso en sus recitales. «Me gustaría combinar siempre e incluir algo clásico, porque mi formación es esa, pero al paso que voy sí que llegará un momento en el que gran parte del recital sean mis piezas», remacha.

Desde que hace una década comenzara con esta serie de conciertos hasta hoy su aceptación se ha hecho cada vez más evidente. «Empecé con uno en Mallorca y este año ya hay programados dieciséis en julio y agosto en lugares como Sóller, Barcelona, Girona, Segovia o Navarra». Sobre la posible aceptación de su propuesta en Eivissa, Gómez no duda en bromear: «Igual si tocara algo de David Guetta me iría mejor».

Más imaginación

Por otra parte, el pianista tiene también una opinión formada acerca de la crisis que afecta a la economía. En el caso de los músicos, afirma que «están jodidos, la verdad», pero de inmediato añade otra reflexión: «Creo que el hecho de que haya más dificultades en la vida hace que la imaginación haga un esfuerzo superior al que hacía. La crisis se siente, pero hay que luchar y seguir, no queda otra. Es mejor no hablar de la crisis, porque atrae más negatividad a tu vida. Estamos todos fastidiados, los músicos y los no músicos».