Hasta el próximo domingo 13, el centro s'Alamera de Eivissa acogerá la exposición colectiva de esculturas Volums, en la que Maria Tur Escofet presenta tres trabajos originales sobre caracoles. Es la primera vez que la escultora y fotógrafa ibicenca da a conocer estas obras. «No he hecho ninguna exposición individual, sólo he participado en alguna colectiva, pero con piezas de cerámica», apuntó ayer a este periódico esta licenciada en Bellas Artes y profesora de ebanistería en la Escola d'Arts d'Eivissa, añadiendo: «La razón ha sido porque hasta hace poco no tenía taller; y la escultura requiere una infraestructura. Pero no he dejado de hacer cosas y apuntar ideas en mis libretas».

Una actitud similar a la que nos contó hace una semana el escultor Manel Ortí Capellino, compañero suyo en la Escola d'Arts y con quien está preparando una exposición conjunta. «Nos gusta trabajar en equipo, compartir el proceso de creación. Se tiene todavía la imagen romántica del artista solitario, pero ahora la gente comparte más ideas y proyectos. Sin que tenga nada que ver lo que hacemos cada uno», precisó la inquieta y resuelta creadora, crítica con los tópicos sobre el arte y los artistas.

Contra las etiquetas

Así, Tur Escofet rechaza de plano el tópico de que un artista debe tener un estilo reconocible, que es lo que suele exigir el mercado. «Soy más partidaria de seguir las ideas que me vayan surgiendo; pero no marcándote un estilo, ni siquiera una técnica, sino ser más creativo. En ese sentido, coincido totalmente con la actitud de Manel», observó.

En cuanto al proyecto que presentará en su próxima exposición, la escultora de 32 años no quiso desvelar de qué iría, pero no será de caracoles. «Aunque tiene un punto en común, en cuanto a que me gusta observar los objetos naturales, el comportamiento de la naturaleza. Más que hacer cosas abstractas o concretas, son conceptos: la huella, el tiempo, la naturaleza, la muerte...». Así, a la hora de planteársela, «por mi formación en Bellas Artes, más que coger el material y ponerte a trabajar directamente, primero te haces un proyecto en base a unos conceptos e ideas que te interesan. Sólo después empiezas a derivar a los diferentes materiales y las diferentes técnicas a usar», explicó.

Y sobre la galería en el que le gustaría presentar la muestra conjunta con Manel Ortí, no lo tienen claro. «La cosa está aún verde. Nos gustaría un espacio como el de s'Alamera, porque no hay un mercado por medio, sino sólo un buen sitio, y muy céntrico, para dar a conocer tu trabajo; pues, afortunadamente, para vivir no dependo de vender mis obras. Esto te da más libertad para crear», subrayó la artista.

Preguntada por cómo ve el panorama creativo de Eivissa, Tur Escofet se mostró optimista: «Creo que para la población que tiene la isla, se hacen cosas interesantes. Hay bastante movimiento, aunque quizás no tenga el nivel de otras épocas, como la del Grupo Ibiza 59; y lo mismo en galerías, que han desaparecido la mayoría. Aunque sigue siendo un sitio interesante para los artistas, por lo que se ve».

Maria Tur Escofet se inició en el mundo del arte por su interés hacía la fotografía. «Es lo que fui a estudiar, en principio, en la Escola Massana de Barcelona; pero en el primer año la tenía en común con escultura y pintura; y un profesor que era escultor y que ya murió, Ramon Guillem Balmes, muy buen maestro, me animó a seguir por el camino de la escultura. Así que en Bellas Artes empecé a hacer modelado y derivé a la escultura; aunque no he dejado nunca de lado a la fotografía. De hecho, sobre la pieza del caracol-mochila que expongo en el centro s'Alamera hay toda una serie de fotos de gente en torno suyo. No la he puesto porque era una exposición monográfica de esculturas, pero suelo mezclar las esculturas con las fotos», precisó la polifacética creadora.