La capilla ardiente de la pianista Alicia de Larrocha, fallecida en la noche del viernes a los 86 años en Barcelona, se instalará hoy en el Saló Sant Jordi del Palau de la Generalitat.

La pianista, que actuó en Balears invitada a las Serenates d'Estiu, en el Castell de Bellver, ofreció su primer concierto a los seis años en la Exposición Universal de Barcelona, debutó a los doce años en Madrid con la Orquesta Sinfónica, dirigida por Fernando Arbós, y en Estados Unidos con poco más de 30 años con la Filarmónica de Los Angeles.

Además de destacar por su repertorio romántico y mozartiano, extendió por todo el mundo la música de los grandes autores españoles Granados, Albéniz, Falla, Montsalvatge y Mompou. En total, más de 4.000 conciertos, el último de los cuales ofreció en L'Auditori, en su ciudad natal, en enero de 2003, a los 80 años.

Fue ganadora de dos premios Grammy del Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1994), así como el Premio Nacional de Música (1984), entre otros galardones.

El mundo de la música llora la pérdida de la que el compositor Cristobal Halfter definió como «la gran señora del piano».