EFE-VALENCIA

El Palau de les Arts de Valencia presentará el próximo sábado 10 la zarzuela El rey que rabió, un «montaje moderno, elegante y divertido», para conmemorar el centenario de la muerte del compositor valenciano Ruperto Chapí. Así lo apuntó ayer el director de escena, Emilio Sagi, que estuvo acompañado por el director musical, José Miguel Pérez Sierra, y los intérpretes Pablo Martin Ryes, Manuel de Diego, María José Moreno y Elena de la Merced.

Sagi explicó que en esta producción ha huido de un montaje realista, para mostrar al público valenciano una obra influenciada por la estética pop, que conoce tan bien, y sobretodo «llena de humor inteligente y glamour». En este sentido, el director de escena destacó que esta obra, «cargada de una modernidad tremenda», es la antecesora de «la comedia madrileña», desarrollada por directores como Pedro Almodóvar, quien ha explotado «el espíritu petardo y divertido de la gente corriente».

Sobre el aspecto musical de la obra, Sierra subrayó que el Palau de les Arts acogerá una de las pocas versiones integrales que se han hecho de El rey que rabió, en un montaje en el que ha tratado de limpiar las tradiciones «arcaicas y absurdas» que se le han ido añadiendo con el paso del tiempo.

Asimismo, el director musical alabó la calidad musical de la partitura, que calificó de «maravillosa» por «su elegancia y glamour» y recordó que gracias a ese toque elegante la obra ha sido considerada más una opereta que una zarzuela.

En relación con el montaje de El rey que rabió en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, con dirección y versión de Luis Olmos, Sagi aclaró que se trata de dos montajes bien diferentes, «dos miradas que no tienen nada que ver», ha concretado. No obstante, Sierra dijo que no es extraño que se realicen dos montajes diferentes de una obra tan llena de posibilidades y tan rica, «algo que ocurre frecuentemente en países como Italia», precisó.

Por su parte, el tenor Manuel de Diego destacó la buena salud que presenta en la actualidad el género chico, debido fundamentalmente a las producciones «con dignidad» que se están realizando en la mayoría de las ciudades españolas.