La Copa del Mundo conquistada el pasado mes de enero por la selección española de balonmano, la segundo que obtiene en su historia el combinado nacional, presidió este sábado la I Diada Alevín en la que se citaron 12 clubes y unos 150 jugadores y que albergó el pabellón de Sa Real, anexo al colegio Juan XXIII.
Nada mejor que el estímulo que proporciona un trofeo de tal calibre para promocionar un deporte que siempre ha gozado de buena salud en la isla como es el balonmano. Decenas de aficionados a esta disciplina no quisieron perderse la ocasión de fotografiarse con el prestigioso trofeo y, de paso, observar la evolución de las futuras promesas del hàndbol balear.

La programación del evento consistía en partido de 20 minutos en mitad de cancha entre las 10,30 y las 18,30 horas, cuando se procedió a la entrega de trofeos para los campeones.
A pesar del buen trabajo de cantera que se realiza en la isla, la gran final quedó reservada para los representantes mallorquines del Mata de Jonc y el Son Rapinya. En un encuentro muy nivelado y con alternativas para ambos equipos fue el Son Rapinya quien acabó coronando la victoria tras derrotar a su rival por 17-20.
En la final de consolación se enfrentaron los equipos masculino y femenino del HC Puig d’en Valls, con victoria para los chicos por un ajustado 14-11.

La competición no defraudó y todos tuvieron su oportunidad de demostrar sus dotes en el balonmano. Participaron chicos y chicas de la categoría alevín pertenecientes a los clubes o escuelas del HC Sant Josep, La Consolació, Col·legi Mestral, HC Puig den Valls, Avebal, Mata de Jonc, Santa Maria, BM San Antonio, Sa Real, HC Eivissa, Aina Moll y Son Rapinya.

Eugenio Tilves, responsable técnico de la delegación insular, hizo ayer una valoración muy positiva de un evento que tuvo que ser cancelado el pasado año por falta ayudas. «La idea ahora es mantenerla todos los año y realizarla una vez en Eivissa y otra en Mallorca. Aquí no hay competiciones en categoría alevín y para nuestros chicos suponía un premio al final de la temporada», sostiene. Aunque los resultados para los equipos ibicencos «no acompañaron», según Tilves porque «les costó adaptarse en mitad de pista», lo que se buscaba desde la delegación era «que la diada fuera una fiesta del balonmano coincidiendo, además, con la presencia de la Copa del Mundo, un aliciente más por los chavales».

Tilves quiso destacar la buena salud por la que atraviesa el balonmano insular, «comparado con los problemas que sufren otros deportes por la crisis». «Se han hecho varias fases sectores y a nivel de fichas tenemos más que nunca; hay equipos en casi todas las categorías. Estamos creciendo», concluye el responsable federativo.

GRAN AFLUENCIA 
El pabellón de Sa Real recibió numerosas visitas de aficionados para fotografiarse con el singular trofeo de la Copa del Mundo de balonmano logrado por España el pasado mes de enero. Según Eugenio Tilves, el responsable de portar la escultura se sorprendió por la «gran afluencia de gente» que acudió a verla. También fue un reclamo para los jóvenes participantes en la diada, que no dudaron en desenfundar sus móviles para capturar una imagen que difícilmente podrán repetir.

El ‘Puchi’ acepta jugar en Honor Plata
El HC Puig d’en Valls aceptó ayer el ascenso a División de Honor Plata femenina. El club lo comunicó ayer por la mañana a través de un correo electrónico a la Real Federación Española de Balonmano (RFEBM). Con todo, la postura podría variar a finales de mes, tras la celebración de una asamblea federativa que decidirá la estructura de la categoría. La entidad ibicenca precisa que se realicen los grupos por proximidad geográfica para no dar marcha atrás al ascenso ganado en la pista.

«Hemos contestado que sí a la federación, aunque aún tiene que celebrarse la asamblea», indicó ayer Curro Pérez, coordinador del ‘Puchi’. El directivo explicó que «hemos respondido que estamos interesados en el ascenso y buscando los medios necesarios para afrontar este proyecto, pero todo queda a expensas de los grupos. De momento, a la consulta previa a la asamblea en torno a si vamos a aceptar el ascenso, hemos dicho que sí».
«Si la competición se hace como antes, para nosotros es inviable. Se supone que van a ampliar a cuatro el número de grupos. Ahora mismo, los viajes que hay que hacer suponen una paliza y es inviable para nosotros», continuó Curro Pérez.

El club está haciendo sus cuentas para poder afrontar el presupuesto necesario de una categoría como la División de Honor Plata. La cifra a alcanzar es de 40.000 euros y, según un comunicado del club, «después de las reuniones mantenidas en los últimos días, el apoyo al club tanto por parte del Ayuntamiento de Santa Eulària como del Consell d’Eivissa es total», por lo que el objetivo ahora es cerrar la partida privada.