El Trijasa, organizador de la tradicional competición, no aceptó llevar adelante la prueba sin langostas, por lo que el consistorio portmanyí organizará una travesía similar en la fecha prevista, aunque bajo otro nombre y, obviamente, sin el preciado crustáceo como protagonista.
El ayuntamiento se basa en la ordenanza municipal que regula la tenencia de animales domésticos, que data de 2006, donde se prohibe ofrecer ningún animal como «premio, recompensa o regalo». Se añade, además, el precedente del cerdito que no se entregó tras la última edición de la Marxa Cicloturística des Porquet.
Una estocada
Por su parte, Francisco Clapés, miembro de la directiva del Trijasa y que ha participado activamente en las conversaciones con el consistorio portmanyí, manifestó «una gran decepción» por la «desaparición» de la prueba, la única que organiza el club sanantoniense y dijo que esto representa «una estocada» para la entidad.
«Las langostas era la parte más chula de la prueba. Que yo sepa, no son ningún animal doméstico y, además, tampoco les decimos a los ganadores que la maten, la pueden tener en un acuario», añadió.
Clapés indicó que «en abril o mayo [el ayuntamiento] ya nos avisó, pero que no nos preocupáramos, que ya lo hablaríamos más adelante». Las siguientes reuniones, según el portavoz del Trijasa, se produjeron a partir de la pasada semana, cuando la postura de la corporación local se tornó firme e inflexible en cuanto a la imposibilidad de entregar langostas como premio.
De esta manera, Rubén García (CN Santa Eulària) y Marta Ribas (CN Eivissa) figurarán como los últimos campeones de la travesía que obtuvieron una langosta como premio.
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