Aunque las nuevas tarifas aún deben ser ratificadas por la asamblea de la Federación balear, prevista para el próximo día 23, donde serán aprobadas definitivamente, el ‘sablazo', como lo califican algunos pilotos, se aprecia en todos los segmentos. Así, la licencia autonómica sénior sufre un incremento de casi el 30% al pasar de 282 euros en 2015 a los 365 que se deberán abonar este año.
En el caso de los alevines, el precio se dispara hasta los 285 euros, un 73,7% más que los 164 euros que costaba la licencia el pasado año. Tampoco se libran los benjamines, cuya cuota anual pasa de 44 a 65 euros, un 47,7% más que hace un año. No han faltado las críticas en este sentido por lo que consideran un hachazo a la promoción de este deporte entre los más pequeños.
Los pilotos de trial, por su parte, pasarán a pagar 280 euros en lugar de 210, lo que supone un aumento del 33,3%. Y la licencia exclusiva para entrenamientos (con ella no se puede competir), pasa de 155 euros a 195, un 26% más que en 2015. Los precios para las licencias de carácter nacional han sufrido un aumento de similares proporciones.
Malestar
Multitud de pilotos han expresado su indignación en las redes sociales y pese a que los representantes de clubes y delegados federativos han tratado de aplacar la rebelión, muchos amenazan con abandonar la práctica de este deporte al menos durante este año.
«Nuestra sensación de impotencia es obvia», expresó el martes en un comunicado oficial el presidente de la Balear, Pedro Mas, quien trató de justificar el ascenso de las tarifas porque la «siniestralidad en algunos casos en el 2015 ha superado el 182%, o sea, casi el doble del máximo permitido según la póliza».
«Lo más normal, como va ocurriendo los últimos años, es que las compañías aseguradoras no quieran hacerse cargo de nuestra póliza debido a las indemnizaciones y facturas de las carísimas asistencias hospitalarias, intervenciones quirúrgicas, indemnizaciones por invalidez, uso de aparatología concreta como TACs, etc... Y se vayan pasando las federaciones de deportes de riesgo como califican el motociclismo, de unas a otras», subraya Mas en la nota.
Velar por los pilotos
El delegado de motocross en Eivissa, Elías Escandell, aseguró comprender «perfectamente el malestar» de los pilotos, aunque recordó que en este deporte «existen lesiones y las federaciones tienen que velar porque los seguros sean lo más completos posibles y den tranquilidad y seguridad a pilotos y organizadores». «Como padre de piloto lo comprendo y lo sufro [la subida de precios]», matizó. Aún así, este repentino incremento en las tarifas no afectará, según Escandell, al volumen de practicantes federados en Eivissa, que en 2015 rondó los 200 pilotos.
«La primera reacción puede ser de enfado, pero no quita que renuncies a ello y no creo que se resienta el número de federados. La semana que viene podremos hacer un recuento de licencias y esperamos no tener una bajada. La pasión por el motociclismo es la que es y para muchos pilotos la licencia solo supone el 5% de su presupuesto», indicó el responsable del motocross insular, quien no obstante admitió que «ha habido desencanto y malestar» ante la escalada de precios.
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Con un poco de suerte lo acabaran prohibiendo