Ana Ferrer, capitana de la selección, termina su etapa en la categoría por normativa de edad.

Era una jornada de despedidas. La primera, la de la selección española, que jugó y perdió ayer su último partido del Campeonato del Mundo júnior femenino de balonmano en Corea, tras caer frente a Serbia por 32-26 en el encuentro por el noveno y décimo puesto. La otra despedida era la de su capitana, la ibicenca Ana Ferrer. La jugadora termina su etapa en la categoría por normativa de edad y, a partir de ahora, la próxima vez que se vista con La Roja será con la selección absoluta femenina.
Ferrer, que fue convocada por primera vez por la selección en junio de 2004, con 14 años de edad, acumula un total de 92 internacionalidades (1 promesas, 47 juvenil y 44 júnior), en los que ha marcado 167 goles (104 juvenil y 63 júnior) y ha sido capitana del equipo en 58 ocasiones (14 juvenil y 44 júnior).
Desde la temporada 2008/09 milita en el BM Alcobendas de la máxima categoría del balonmano femenino español. El próximo lunes 9 de agosto inicia la pretemporada con el conjunto madrileño de cara a la temporada 2010/11, que comienza oficialmente el 11 de septiembre.
Por lo que respecta al Mundial, España cerró la competición en esa décima posición tras sumar 4 victorias, 1 empate y 4 derrotas en los nueve partidos disputados, en los que Ferrer anotó 9 goles.