T. Sánchez Venzalá11/04/08 0:00
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Danielle Hutcheson ha cumplido de sobra en el Tanit, pero sus grandes actuaciones, que la convierten en la MVP actual de la temporada y del pasado fin de semana, no han bastado para lograr la permanencia. Y es que, como ella misma afirmó ayer, «una jugadora no hace ni rompe un equipo».

Eso sí, sus impresionantes registros no han pasado desapercibidos para nadie, ni siquiera para los Washington Mystics (WNBA), que la han fichado, junto a Jillian Robbins (Houston Comets), para la campaña veraniega. El día 20 se unirá a su nuevo club, en cuya página web ya aparece reflejada: www.washingtonmystics.com.

La estadounidense llegó en el mercado invernal junto a Jezabel Ohanian para reconducir la situación de un equipo ibicenco condenado al descenso. El rumbo no varió pese a su magnífica labor, ésa que le ha servido para liderar el ránking de valoración de la categoría con un promedio de 25.17 por delante de Chineze Uzo Amaka Nwagbo, del Cajacanarias, con 24.69.

Además, la norteamericana dispone de la segunda mejor media anotadora con 20.25 puntos por partido -sólo la supera Cynthia Marie Valentin, del Tenerife Aguere, con 21.32-, y es la tercera mejor reboteadora de la LF2 con 12.33 capturas por choque, ocupando la segunda plaza tanto en rebotes ofensivos (4.25) como defensivos (8.08). Sencillamente, espectacular.

Pese a todo, Hutcheson, la humildad en persona, piensa que «la temporada ha sido mala, porque el equipo no ha ganado. Lo que yo haga no importa, aunque sé que jugué bien». Sobre si esperaba más de sus compañeras, comentó que «el equipo lo tenía todo para ganar, pero, por cómo iba la temporada, la mente de mis compañeras había casi olvidado cómo jugar algunas fases, cuándo hacer un pase u otro... Pienso que hay mucho talento en este equipo, sólo que no sacamos adelante los partidos».

Volverá a España

Como la WNBA se disputa en verano, Hutcheson tiene planeado regresar a Europa en invierno. Es más, aseguró que «espero volver a jugar en España y espero que sea en Liga Femenina». Números para dar el salto, desde luego, tiene.