GUILLÉN CB ALGINET 83

EIVISSA BÀSQUET 68

GUILLÉN CB ALGINET (29+19+19+ 16): Gálvez (7), Tur (5), Borja García (26), Manresa (8) y Camarena (9) -cinco inicial- También León (8), Martínez (17), Ibáñez (0) y Gadea (3).

EIVISSA BÀSQUET (17+18+9+24): Hernández (11), Vázquez (12), Jorge Rosa (13), Kelly (9) y Marek (5) -cinco inicial- También Roig (2), Sánchez (0), Díaz (3), Jordi García (13) y Miranda (0).

Àrbitros: March Allepuz y Arenas Jiménez. Sin eliminados.

Àrea 11

El Alginet dio una de las sorpresas de la jornada al vencer contra pronóstico al Eivissa Bàsquet, en un partido en el que fue fundamental la aportación ofensiva de Borja García y Antonio Martínez en los valencianos y, sobre todo, los doce puntos de desventaja que los ibicencos arrastraron al final de los primeros diez minutos del partido, llegando a alcanzar la cifra de 25 puntos (72-47), a siete minutos del final.

Con un primer cuarto nivelado en los seis primeros minutos (12-12), un parcial de 9-0 para el Alginet abría la primera brecha seria en el marcador. Pese a que un triple de Jordi García cortaba de raíz la anotación consecutiva de los locales, el conjunto de José Luis Oliete no pudo evitar que su rival rozara la treintena de puntos dejando la situación ciertamente complicada para los ibicencos.

El tercer cuarto en el que se presagiaba una reducción de la diferencia, se convirtió en una auténtica tortura para el conjunto de Oliete, que perdió demasiados balones y fue machacado desde la línea de 6,25 por un Alginet muy entonado que consiguió anotar en los momentos difíciles. En ese parcial sólo logró anotar 9 puntos.

La situación se antojaba casi imposible y ya en el último cuarto, el Alginet llegó a los 25 puntos de ventaja (72-47). La diferencia se iba a estabilizar en los siguientes minutos en los 20 puntos favorables a los locales (73-53). Fue entonces cuando finalmente el Eivissa Bàsquet abrió los ojos y se encontró con un Rosa en estado de gracia.

Los de Oliete anotaron un parcial de 3-10 (76-66) gracias a 8 puntos casi consecutivos de Rosa, después de aprovechar los baleares dos robos de balón prácticamente seguidos. Estaba difícil aunque pese a todo, el Alginet pidió tiempo muerto a 1'17'' viendo las orejas al lobo. Pero ya era demasiado tarde.