Ibiza vivió este viernes un hito en su historia más reciente. La reapertura del Teatro Pereyra no es solo un acontecimiento cultural de primer nivel sino también social y económico. Porque aún no somos conscientes de todos los aspectos positivos que puede suponer la apertura durante todo el año de un espacio cultural que, además, estará dirigido por el emblemático artista Nacho Cano. El 3 de mayo habrá que apuntarlo como un día histórico para Ibiza ya que este espacio cultural, y no conviene olvidarlo, ha sido posible gracias al empeño de una familia ibicenca, y especialmente por el esfuerzo de Pedro Matutes, quien ha destinado mucho dinero en rehabilitar un espacio cultural imprescindible para la ciudad y especialmente en ese eterno objetivo de alargar la temporada turística.

No ha sido fácil
Pedro Matutes ya contó hace unos meses todas las dificultades que tuvo que sufrir durante la remodelación del teatro. No es necesario recordar ahora a aquellos nefastos políticos que hicieron todo lo posible para evitar que hoy el Teatro Pereyra sea una realidad, pero lo ocurrido debe servir de lección. No es posible que desde las instituciones no se den todas las facilidades a aquellas iniciativas privadas que ponen en valor los espacios culturales, como ocurre con el Teatro Pereyra. Y lamentablemente eso ocurrió la pasada legislatura por puro sectarismo político. Por fortuna, los ciudadanos ya se encargaron de poner en el lugar que se merecían a aquellos políticos que de forma irresponsable intentaron poner todo tipo de trabas para que hoy el Teatro Pereyra sea una realidad.

Un hito
Hablar de la apertura del Teatro Pereyra como un hito para Ibiza no es una exageración. Es un hito porque se recupera un espacio cultural de primer nivel en el centro de la ciudad y porque sus promotores cuentan con un ambicioso programa que Nacho Cano se encargará de impulsar durante todo el año. Y es un hito porque es una iniciativa privada que no costará ni un euro a los ciudadanos, algo inhabitual en el mundo de la cultura, donde prácticamente todo está subvencionado o depende de las instituciones. Eso no ocurrirá con el Teatro Pereyra. Por todo ello es un hito.