Presentación de las IV Jornades d'Arqueologia, ayer en el Puig des Molins. | Marco Torres

El Consell d'Eivissa acoge hoy sábado el segundo día de trabajo de las IV Jornades d'Arqueologia de les Illes Balears, que comenzó ayer en el Museu del Puig des Molins. «El programa incluye 36 charlas que firman unas 80 personas, con una asistencia confirmada de 30, lo que es un éxito. No habíamos logrado antes movilizar a tantos arqueólogos de las Islas», apuntó ayer a este periódico el coordinador del encuentro, Mateu Riera, presidente de la Secció d'Arqueologia del Col·legi Oficial de Doctors i Llicenciats en Filosofia i Lletres i en Ciències de les Illes Balears, organizador del encuentro, en el que colaboran el Museu Arqueològic d'Eivissa i Formentera, el Govern balear y el Consell.

El objetivo de la iniciativa «es que los distintos equipos de Balears muestren lo que están investigando. Las dos primeras ediciones se hicieron en Mallorca, y no vino ningún arqueólogo de las otras islas. La tercera fue en Menorca y la cuarta en Eivissa, a donde sí ha venido gente de todo el archipiélago», precisó Riera.

Islas arqueológicas

El coordinador de las Jornades explicó que Balears es una zona rica en restos arqueológicos. «El hecho de que estás islas estén en medio del Mediterráneo occidental y de las rutas de comunicación marítima hace que tengan un interés arqueológico muy destacable. Tanto en la época púnica como la romana, e incluso la medieval, fue una zona de comunión de todas las culturas que había en el Mediterráneo; por eso aquí se encuentra material de todas las cuencas: italianas, francesa, hispánica, norteafricana; y de casi todas las épocas. Esto era como un punto de encuentro», aseguró el arqueólogo mallorquín.

Así que los restos son abundantes, como lo han sido los expolios arqueológicos. «Es un tema grave que sigue pendiente aún en las Islas. Todavía no hay condenas ni una persecución seria a la gente que expolia. Conozco más Mallorca, claro; y allí el expolio es un tema bien preocupante», consideró Riera.

En cuanto a la destrucción de restos arqueológicos por razones de urbanismo, sobre todo, el coordinador de las Jornades, precisó que «en esta legislatura ha habido muy poca. Si la comparamos con la anterior, la destrucción de patrimonio se ha rebajado mucho», precisó el arqueólogo, preocupado también por el tema de los recortes económicos por mor de la crisis. «Parece que es más fácil recortar en patrimonio que en otras cosas. Por ahora no son espectaculares, pero las informaciones que nos llegan para el año que viene no invitan al optimismo», consideró.