José Luis trata de controlar un balón caído del cielo. | Marco Torres

SAN RAFAEL: Seral; Dani, Adrián Rosa, Buti, Víctor; José Luis, Pedro, Javi, Bonilla; Romero y Carlos Fernández.
Cambios: Salazar por Romero (64') y Julio por José Luis (64').
ALAIOR: Riudavest; Pedro, Julián, Marqués, Llor; Enrich, Joan, Villa, Manolo; David y Nacho.
Cambios: Aitor por David (22'), Thiago por Nacho (79') y Jorge por Joan (80').
Àrbitro: Bardají Martín. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Javi y Romero, así como a los visitantes Manolo, Jorge y Aitor. Expulsó con roja directa a Joan (88'), en el banquillo.
Goles:
0-1, minuto 64, Manolo.
0-2, minuto 84, Aitor.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigesimosegunda jornada del grupo 11 de Tercera División, disputado en el campo Municipal de Sant Rafel ante 150 espectadores.

El San Rafael ya se puede olvidar del sueño del play off. El equipo de Mario Ormaechea volvió a dar la de arena y cayó derrotado en su propia casa contra uno de los equipos más mediocres que han pisado Sant Rafel: el Alaior. El conjunto ibicenco volvió a pecar de falta de pegada ante un cuadro menorquín que sí exhibió un gran acierto ante la meta de Seral, lo que le permite meterse media permanencia en el bolsillo.
Los rafelers ofrecieron una gran versión en la primera parte. Los de Ormaechea realizaron jugadas al primer toque de alto nivel y entraron por las bandas con suma facilidad, con Bonilla y José Luis especialmente activos. Sin embargo, cada vez que los locales llegaban al área rival acababan eligiendo la peor opción. Ya en el minuto cinco, Carlos Fernández, que ayer se entretuvo con el balón más de la cuenta en cada acción, cedió una pelota a José Luis que, entre un defensa y el portero, acabó marchándose a saque de esquina. Fue una de las pocas jugadas que acabaron con disparo entre los tres palos. Y es que los azulinos siempre se las apañaban para acabar sus ataques en barullos que no conducían a nada.
En toda la primera parte, los menorquines sólo fueron capaces de generar una acción ofensiva... y sin peligro. Fue en elminuto 33, cuando un tímido lanzamiento de Villa acabó sin problemas en las manos de Seral, un espectador más. Antes del descanso se produjo la jugada polémica del choque, concretamente en el minuto 22. Un centro de Romero fue interceptado en el área por Pedro y los ibicencos pidieron a gritos que lo había hecho con la mano, pero el árbitro dejó seguir el juego.

Reanudación
Tras el asueto, más de lo mismo. Carlos Fernández seguía sin mirar a sus compañeros y una bonita triangulación entre Romero y Bonilla acabó con un disparo del primero despejado a córner. Ormaechea decidió mover el banquillo y refrescar su ataque con dos cambios naturales: Julio por José Luis y Salazar por Romero, y apenas unos segundos después llegó el jarro de agua fría; una falta botada por Pedro la cabeceó Manolo al fondo de la red en el segundo palo.
Los visitantes, con la ley del mínimo esfuerzo, mandaban en el luminioso y eso obligó al San Rafael a jugársela. Buti abandonó su pu esto de central para actuar como un delantero más, al más puro estilo Alexanco. Eso sólo sirvió para que Aitor hiciera la jugada de la noche con un gol de bandera tras dejar atrás a Dani y Rosa. Y la goleada incluso pudo ser mayor si Thiago no hubiera marrado un mano a mano al borde del pitido final. Así es el fútbol.

Ormaechea: «Si nos creemos superiores, pasa lo que pasa»
Mario Ormaechea se mostró contrariado al término del partido por el resultado final, ya que, a su juicio, el San Rafael le había «dado un baño» al Alaior. El entrenador piensa que los suyos fueron mejores a lo largo del partido, pero que «nos metieron un gol de una falta en el centro del campo y nos descompusimos». El preparador del conjunto ibicenco piensa que «en la primera parte hicimos méritos para irnos en el marcador». «Luego nos metieron el gol y vinieron las prisas, y eso es malo», agregó. Ormaechea confesó que les había dicho en el descanso a los suyos que «sólo nos podían marcar a balón parado». «Si nos creemos muy superiores y nos despistamos, pasa lo que pasa. Te meten un gol, arriesgas y te pueden marcar otro», añadió el entrenador del San Rafael, para quien «hemos jugado 25 minutos en la primera parte demasiado bien». El míster no entiende por qué «no hay tensión en una jugada a balón parado en la que había que estar pegado» al rival, en referencia al primer gol.