La alcaldesa atiende a los medios en el interior del museo. | Marco Torres

Las obras de reforma y ampliación del futuro Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE) podrían estar finalizadas durante el segundo semestre de este mismo año, según indicó la alcaldesa de Vila, Lurdes Costa, que ayer visitó las futuras instalaciones junto al concejal de Vivienda y Núcleo Histórico, Marc Costa, y la directora del museo, Elena Ruiz, entre otros.
Las obras, que empezaron en enero del 2008, se han visto afectadas por el hallazgo de los restos púnicos existentes, que serán museizados e incorporados a la futura infraestructura. Para ello, se ha tenido que modificar tanto el proyecto de ejecución como el presupuesto, que finalmente asciende a 4,5 millones de euros y que serán financiados a partes iguales por el Ministerio de Cultura y el Consorcio Eivissa Patrimonio de la Humanidad.
Actualmente, según ha explicado el arquitecto redactor del proyecto y director de las obras, Víctor Beltrán, la estructura ya está totalmente finalizada y, ahora, las obras se centran en la distribución de espacios así como en las instalaciones de luz y aire acondicionado.
La directora del museo, Elena Ruiz, se mostró muy satisfecha al comprobar cómo el proyecto de ejecución ha tenido en cuenta los hallazgos arqueológicos. «El arquitecto ha sido muy sensible al poner en comunicación todas las fases que hay en el museo que van desde los restos púnicos, pasando por su reutilización en la época islámica y el antiguo edificio del siglo XVIII». Ruiz espera poder abrir las puertas de este nuevo museo, con 1.500 metros cuadrados de superficie distribuidos en cinco alturas, a lo largo del próximo año.
La actual dirigente del museo destacó que el proyecto cuenta con todas las áreas comunicadas entre ella y, muchos espacios, podrán ser observados desde el exterior: «Se da una idea de transparencia y se ponen de manifiesto los diferentes usos; creo que va a supone un reto».
Además de los espacios de exposición, el nuevo MACE acogerá otros servicios como un gabinete didáctico, una sala de estudios y de investigación y un centro de documentación.
Los restos arqueológicos serán cubiertos con un cristal para que puedan ser observados desde diferentes puntos del museo, quedando así integrando en las futuras instalaciones. De hecho, tanto Elena Ruiz como el director de la obra, Víctor Beltrán, quisieron resaltar esta característica como «peculiaridad y exclusividad» respecto a otros museos de arte.
La alcaldesa, por su parte, también ha señalado que además de ser un importante modificación sustancial para el museo, la ampliación y reforma del mismo mejorará el barrio de Dalt Vila.

Mejoras y cambios para todo el barrio

La reforma y ampliación del MACE incluye también la compra de una vivienda ubicada en la zona anexa del futuro espacio que colaborará a modificar la visual del barrio de Dalt Vila, salvando las barreras arquitectónicas existentes, y que acogerá el gabinete didáctico del museo.
De hecho, este inmueble permitirá tener una imagen directa de la plaza de Vila, conexión que mejorará tanto el espacio museístico como la misma plaza.
El nuevo MACE modificará su entrada pasando ahora a encontrarse en la parte opuesta de la que hasta ahora era el acceso principal. Todos estos cambios permitirán que el espacio sea accesible para personas con movilidad reducida.
Asimismo, el nuevo MACE también contará con una terraza privada, que podrá albergar alguna exposición al aire libre. La sala de las bóvedas, perteneciente al antiguo edificio, acogerá las exposiciones permanentes.