Palacio de Congresos 52
Rivas Ecópolis 71

Palacio de Congresos (7+12+18+15): Morales (17), Somogyi (7), Seguí (2), Rasmussen (15) y Pirsic (9) -cinco inicial- También Àvila (0) y Torres (2).
Rivas Ecópolis (20+16+14+21): Bermejo (5), Liljestrand (16), Vega (8), Herrera (8) y Paris (16) -cinco inicial- También Lizarazu (4), Bonner (14) y Ruiz (0).
Àrbitros: Hermida y Ahamidan. Eliminaron por cinco personales a Seguí (min. 32) y Rasmussen (min. 39).
Incidencias: Pabellón de Santa Eulària. 100 espectadores en la primera jornada del torneo del PDV.

Miguel Àngel Ortega puede decir éso de que no mandó a sus jugadoras a luchar contra los elementos. Y es que, ante un equipazo como Rivas, que a pesar de no contar con sus cuatro internacionales sigue siendo uno de los mejores equipos de Liga Femenina, jugar con tantas bajas y con un equipo casi improvisado es prácticamente un suicidio. Para empezar, el técnico tenía las ausencias de Smith, que se encuentra disputando el Mundial femenino con Canadá, y las lesionadas Thorburn y Peteva. Eso hacía que Ortega tuviese las cinco jugadoras justas además de las novatas Torres y Àvila.
Por si fuera poco, durante el partido sufrieron sendos percances Morales, que tuvo que retirarse al banquillo en el minuto 18 tras sufrir un profundo corte en la ceja, y Pirsic, que se lastimó el tobillo derecho en el minuto 30 y tuvo que jugar renqueantes los últimos minutos. Si a eso se añade las eliminaciones por cinco faltas personales de Seguí y Rasmussen, el panorama era desalentador para las locales, que bastante hicieron con perder sólo de 19 puntos ante las madrileñas.
El principio del partido, eso sí, fue para olvidar. Ortega entonó el mea culpa tras el choque y reconoció que su equipo jugó mal por todos los cambios que había querido introducir. Lo cierto es que Rivas pasó por encima de las locales en el primer cuarto, que terminó con un contundente 7-20. No obstante, el Palacio de Congresos mejoró en los otros tres cuartos y, aunque siempre fue a remolque en el marcador, por lo menos demostró lucha y entrega, especialmente cuando parecía que todo estaba en contra de las locales. Morales, sobre todo, dio una lección de pundonor y, si bien en la primera mitad paso casi desapercibida, en la segunda volvió a ser la jugadora resolutiva que tenía acostumbrado al público ibicenco. Hoy, segunda ronda para el equipo, que disputa a las 20,30 horas el derbi balear ante el Joventut Mariana. Ojalá que no se encuentre con tantas piedras en su camino como ayer ante Rivas.