Los especialistas del centro de buceo Punta Dive lograron ayer por la mañana salvar la vida de una mujer británica de 45 años de edad que sufrió un grave percance cuando estaba buceando, apenas a un mero y medio de profundidad, en Cala Martina.

La mujer, en estado muy grave, se encuentra en la UCI de Can Misses. Tras el suceso, ocurrido sobre las doce del mediodía, el dueño de Punta Dive explicó que la mujer se inscribió para realizar una inmersión para principiantes y que, cuando se encontraban a escasa profundidad y a tan sólo unos diez metros de la orilla, la británica comenzó a tener problemas y se desvaneció, por lo que fue depositada por los responsables del club de buceo sobre la arena.

UVI móvil

La mujer expulsaba espuma por la boca y tenía los labios morados, pero los responsables del diving center lograron mantenerla con vida mediante maniobras de recuperación cardiorrespiratoria y aplicándole oxígeno con una botella.

Poco después se encargaron de la mujer los miembros del equipo de la Cruz Roja que aún trabajan en esta playa y, también muy rápido, llegó una UVI móvil del Ib-Salut, cuyos especialistas se encargaron de estabilizar a la mujer y trasladarla al hospital de Can Misses.

Según explicó el dueño de Punta Dive, la mujer tiene problemas de presión arterial y estaba tomando medicamentos para tal efecto, pero no lo advirtió en el cuestionario que el club de buceo exige rellenar a todos sus clientes a la hora de realizar cualquier tipo de inmersión. Al parecer, la mujer llegó al hospital aún inconsciente.

Los cinco minutos vitales

Desde el centro de buceo Punta Dive de Cala Martina recordaron que cuando se produce un incidente como el de ayer «los primeros cinco minutos son vitales» y que, a su juicio, «es muy importante que todas las playas cuenten con un desfibrilador y con una botella de oxígeno», pues junto con las maniobras de recuperación son factores imprescindibles para garantizar una buena actuación frente a un ahogado.