Javier Vargas (Madrid, 1958) ha grabado 18 discos con la Vargas Blues Band, varias recopilaciones, así como varios DVD de sus conciertos y recopilaciones para celebrar sus 20 años de carrera musical; más un disco tributo al rock argentino, pues vivió muchos años en ese país. Ha colaborado con músicos como Carlos Santana, Prince, Raimundo Amador, Glen Hughes, Miguel Ríos o Andrés Calamaro, entre muchos otros.

El veterano y curtido músico de blues descubrió Eivissa en 1978, «cuando acababa de tocar Bob Marley y Eric Clapton, lo que me sorprendió», apuntó ayer a este periódico. «La isla me encantó, y a partir de entonces he vuelto siempre que he podido. He tocado en el Sant Pepe's Rock, he hecho muchas jam sessions; incluso el proyecto de la Vargas Blues Band se me ocurrió aquí», añadió Javier Vargas.

Fue hacia el 86, «cuando nos contrató Phil Carlson, el manager de Led Zeppelin, para tocar en un club que tenía en Sant Antoni, el Heartbreak Hotel; y, con otros, estuve tocando allí un mes, y otro en Las Dalias. Fue cuando volví a Madrid que me puse en serio a formar el grupo», recordó el músico, que «ahora tengo una casa en la isla y siempre que puedo me escapo. Uno de mis sueños sería montarme aquí mi club de blues y jazz. Sería fantástico. Es algo que me estoy pensando seriamente, si recibo apoyos», explicó Vargas, que tocará con su banda el viernes en el baluarte de Santa Llúcia

«El blues es la raíz»

Preguntado acerca de por qué cada vez más los festivales de jazz incorporan otros géneros, Javier Vargas formuló esta teoría: «Creo que toda la música viene de Àfrica o de la India; y el blues es un género que influenció todo. Es la raíz; lo demás son las ramas y los frutos», consideró, el veterano bluesman, asegurando que «el jazz ha evolucionado muchísimo, y actualmente recoge muchos estilos. Así que creo que el término purista, tanto en el jazz como en el blues ya no entra. Por eso los festivales de jazz de todo el mundo han recogido esta información y por eso dan cabida a todo tipo de género, como la pasa al blues. En estos tiempos no se puede alimentar un festival de jazz solamente con el jazz tradicional», aseguró el músico madrileño

Blues de casa

El músico cree que la salud actual del blues en España «está muy bien. Hay grandes artistas, grandes músicos que se mueven en circuitos tal vez más pequeños, pero también tocan en festivales. España es un país que ha tenido una gran evolución a todos los niveles: en la música, la literatura, el cine, el deporte... Por ejemplo, lo que está pasando con el flamenco es extraordinario, y admirado en todo el mundo. Es decir, es un país que está en el mapa a todos los niveles creativos», concluyó.