Nueve matrimonios se rompieron cada día en Baleares durante el primer trimestre del 2010, una quinta parte de los que se contrajeron en el 2009. Así, el 61 por ciento de las rupturas fueron en Palma, manteniéndose la cifra de dos rupturas familiares por cada matrimonio celebrado del 2009.

Según los datos publicados por el Consejo General del Poder Judicial, durante los seis primeros meses del 2010 se produjeron en Baleares un total de 827 rupturas familiares de las cuales el 92,8 por ciento derivaron en divorcios.

Con respecto al mismo trimestre del 2009, los divorcios consensuados bajaron un 0,8 por ciento (475), y un uno por ciento los no consensuados (293). Las separaciones consensuadas descendieron un siete por ciento (40), pero en cambio en las no consensuadas aumentaron un 58 por ciento (19).

Por este motivo, el Instituto de Política Familiar de Baleares (IPFB) reclamó hoy, en un comunicado, la creación de centros de orientación y terapia familiar y la realización de un plan autonómico sobre matrimonios jóvenes que contemple medidas que les ayuden a superar las dificultades específicas del inicio del matrimonio.

«Ante este panorama, en el que la ruptura familiar es uno de los principales problemas de la familia, reclamamos una mayor atención por parte del Govern para prevenir las citadas rupturas con las medidas antes señaladas», concluyó.