IBIZA | Marco Torres

La oferta de elementos visitables en la necrópolis del Puig des Molins aumentará dentro de unos meses gracias a un proyecto de intervención doble que se está realizando desde hace unos días. Proyecto financiado con el '1% cultural' para Balears por un presupuesto de unos 240.000 euros. La primera intervención será en los hipogeos abiertos a las visitas, que recuperarán su carácter original; mientras que la segunda consistirá en el acondicionamiento de una zona del yacimiento, en la esquina entre Vía Romana y la calle Joan Planells, donde en unas excavaciones de los primeros 80 aparecieron una serie de estructuras que pueden corresponder a un hábitat árabe.

Sobre la intervención en los hipogeos 'de la mula' (se les llama así porque se descubrieron en 1946 cuando una mula se hundió en la zona), el conservador del Museu Arqueològic, Benjamí Costa, explicó que se pondrán «una serie de elementos para que la gente entienda mejor lo que era su estructura original, que no tiene nada que ver con esa especie de catacumba que se visita ahora». Y es que para facilitar el acceso, «se les rebajó el suelo, se cambiaron de sitios algunos sarcófagos, se aprovecharon los agujeros de saqueador para hacer pasos de una cámara a otra, se puso una instalación eléctrica... Un conjunto de cosas que estaban bien de intención, pero no para los criterios museológicos de hoy día, porque desvirtúan la comprensión del público».

No es una catacumba

El conservador del museo insistió en que tal y como se ve el conjunto ahora, «aquello es una especie de catacumba; pero la gente tiene que entender que cada una de las cámaras era un espacio cerrado comunicado con el exterior sólo por el pozo de entrada». Así que la intervención actual pondrá «una serie de elementos que definan de una forma visual, discreta pero evidente, los límites entre unos hipogeos y otros. Además, se mejorará la iluminación, más discreta y sutil que la que tiene ahora», precisó.

En cuanto a la segunda parte del proyecto, Benjamí Costa recordó las excavaciones apuntadas de los primeros 80, motivadas porque la asociación de vecinos de la zona pidió a la Administración «que le cediera esa parcela para hacer un parque público; pero aparecieron muchísimas estructuras, con lo que el proyecto del parque no se hizo».

Desde entonces, la dirección del Museu Monogràfic del Puig des Molins (la misma que del Arqueològic) tenía la ilusión de convertir tal área arqueológica en visitable, «para que fuera un atractivo más de la visita al yacimiento y al museo, pero no encontramos la posibilidad hasta hace dos o tres años, gracias al 1% cultural. La idea fue bien acogida y se hizo el proyecto, que ha estado embarrancado por una serie de problemas, pero ahora por fin se está llevando a cabo». La intervención en esta zona, que está siendo supervisada por la arqueóloga Ana Mezquida, consistirá «en limpiar la zona, poner en valor los restos arqueológicos y consolidarlos mínimamente sin reconstruir nada. Es decir, presentarlos de una forma digna y con elementos explicativos que lo hagan inteligible a los visitantes, lo que enriquecerá notablemente la visita al yacimiento», valoró el arqueólogo.

El plazo de realización de la intervención es, en principio, de un año, aunque Benjamí Costa cree que se tardará menos. Eso sí, si no hay sorpresas, «porque al ser un yacimiento arqueológico tan rico, no podemos descartar en absoluto que aparezcan cosas; en ese caso, habría que hacer una excavación propiamente dicha, lo que retrasaría notablemente el proceso de intervención más de lo esperado. Ya veremos», concluyó el conservador del museo.