Hagan un plan de caza de serpientes pagando un precio por cada ejemplar que se entregue y verán como desciende el número de ejemplares.
Jose te puedo decir que hay gineta en el norte. Bueno aun hay.... y en los años 80 aun había un raza de gato que los ibicencos lo llamaron gat eivissenc que no los veo ya hace 25 años por arriba... en la isla. Y cada finca tenia uno o mas!
En casa que tengo unos 300 más de jardín y siempre había muchas lagartijas, bis gustaba darles de comer pero desde el año pasado no vemos ninguna, han desaparecido, me puedo imaginar que algunas serpientes corretean por ahí , tengo que averiguar donde se pueden conseguir trampas ya
hombre las serpientes al igual que los gatos no son autóctonos de ibiza, la diferencia es que el minino cae simpático jejeje y la serpiente no........
La isla está acabada, las lagartijas mueren y los descendientes de ibicencos y residentes de toda la vida desaparecen cambiándo de residencia a lugares donde se han salvado de la especulación, el postureo la avaricia y la corrupción. Esperen a que vuelva la normalidad, que se producirá otra oleada de exterminio de lagartijas de residentes por la fauna invasora.
Mucha gente habla de gatos y tal yo mismo vivo en el campo hace años!!y te puedo decir desde hace 2 años no hay lagartijas en el Norte y de toda la vida hubo gatos en el campo lo que pasa es que los paredes de piedra están llenos de serpientes y allí es donde vive la lagartija y crian ,hay una plaga de serpientes y hay que hacer algo mas que trampas..
A nadie le interesa el tema a nivel político. Hace falta un plan urgentísimo de choque. Ahora pretenden que sean voluntarios los que colaboren. No srs. Hace falta toda una infraestructura sería para el control de especies depredadoras de nuestra fauna autóctona.
Sr. Vicent Marí, actúa! Ja n'hi ha PROU de no fer res!
Y los humanos no son responsables de nada???? Construcción, coches, masificación. Claro, la culpa de la extinción de una especie será de otros animales, nunca del humano. Que listos somos
Exacto Vicente, al estilo de "la ley de alimañas", donde se premiaba a cazadores que aportaran animales. Pero esta vez de manera positiva, centrado en ofidios