La manifestación partió desde es Martell para dirigirse hasta las barcas de Formentera, donde coincidió con la salida de la Vuelta Cicloturística.

Mucha emoción, apoyo mutuo y entrega. Así se podría resumir la manifestación que tuvo lugar ayer en la entrada de La Marina, donde unas 500 personas, entre ciclistas y ciudadanos, se congregaron para pedir un endurecimiento del Código Penal para los conductores que, bajo los efectos del alcohol y las drogas, atropellan mortalmente a ciclistas y peatones.

La marcha coincidió con la Vuelta Cicloturista a Ibiza, que ayer celebró la segunda etapa, y estuvo encabezada por familiares de víctimas que perdieron la vida de forma trágica en las carreteras, consecuencia de la grave imprudencia de conductores que iban bajo los efectos de diversas sustancias.

Entre ellos estaba Ramón Viñals, padre de Dani Viñals (atropellado mortalmente por un conductor que dio positivo en alcohol, cocaína y anfetaminas), Cati Escandell, madre de Vanessa Patricio (atropellada mortalmente mientras iba a su trabajo, por un conductor que dio positivo en cocaína), familiares de Vicent Serra (arrollado mortalmente por una furgoneta cuyo conductor dio positivo en hachís y cocaína), Biel Fornés y María Rodríguez, padres de Paula Fornés Rodríguez (la joven de 15 años que murió arrollada en Sa Ràpita, Mallorca, por una conductora que cuadriplicó la tasa de alcohol) y, finalmente, familiares de Iván García Pérez (joven madrileño arrollado por un conductor que circulaba en sentido contrario y se dio a la fuga el pasado 20 de julio).

Ramón Viñals fue el primero de los afectados en atender a los medios de comunicación. «No entenderíamos que los políticos no se pusieran de acuerdo en cambiar una ley que tiene el apoyo mayoritario de la población. Cuesta tan poco matar a una persona. Tan poco.

Ahora estoy pensando en que la persona que mató a mi hijo le cayó una condena de tres años y cuatro meses de prisión. ¿Y se supone que tengo que estar satisfecho? Después de dos años de prisión ya están en la calle y algunos ni llegan a entrar», lamentó Viñals, quien aseguró que las familias de las víctimas no dejarían de luchar hasta que el Congreso de los Diputados apruebe una modificación en el Código Penal. «Nos han dicho que en dos meses cambiará la ley, porque aparentemente todos los grupos políticos están de acuerdo, pero si no la cambian seguiremos luchando e iremos a por todas», advirtió Viñals.

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Visiblemente emocionada, Cati Escandell, explicó que «aunque a veces las fuerzas nos fallen tenemos que estar aquí para conseguir que se cambie la ley en el Código Penal, porque no puede ser que matar a una persona salga gratis» y añadió, en referencia a la presencia de diferentes representantes políticos (entre ellos Vicent Torres, presidente del Consell d’Eivissa, Antoni Marí ‘Carraca’, alcalde de Sant Joan y Josep Marí Ribas ‘Agustinet’, alcalde de Sant Josep, entre otros) que «tienen que implicarse porque no es que lo queramos solo nosotros, la ciudadanía está de acuerdo, incluso gente que trabaja en la justicia. Ahora mismo no hay justicia y lo hemos visto con el ejemplo de nuestros hijos». Escandell también quiso dar las gracias al Club Ciclista de Sant Antoni y a todos los que acercado para «dar su apoyo a una causa tan justa».

Biel Fornés, padre de Paula Fornés, la joven de 15 años que murió arrollada en Sa Ràpita, en Mallorca, se ha desplazado junto a su mujer, María Rodríguez y su hijo a Ibiza con la obligación de «apoyar a Ramón por Dani y a Cati por Vanessa, porque nos prece muy injusto lo que está pasando. Todo lo que sea apoyo por una ley justa lo encuentro necesario y obligatorio». Fornés se quejó de que la justicia «permite pagar la pena con dinero y así no arreglaremos nada».

Fornés, igual que el resto de familiares afectados, pidió un cambio de la legislación. «Queremos que haya una ley justa, que desde el momento en que causen el daño entren en prisión y que no salgan hasta la vista oral del juicio. Porque lo que no es normal es que las familias afectadas tengamos que luchar y ver que la gente que ha hecho daño está en la calle, con su familia, tranquilamente», lamentó.

También, igual que el resto de familiares, sienten que las condenas son ridículas. «Por desgracia nadie nos va a devolver a nuestros hijos pero lo que es increíble es que gente que se va para poder cubrir o esconder su culpabilidad, ya sea porque los efectos del alcohol han preescrito, porque a las 8 horas ya no se detectan, se prime a esta gente y les estén quitando penas. Eso es lo que nosotros queremos luchar, más que nada», concluyó Fornés.

Al final de la marcha, Alfonso Triviño, abogado de la Asociación de Ciclistas y Profesionales e Iván Gutiérrez, exciclista, leyeron un manifiesto en el que reclamaron que «vuelvan al Código Penal las imprudencias que provoquen lesionados o fallecidos en las carreteras si el causante infringe una norma de tráfico».

El texto también incluía una petición de aumento de la condena para aquellos conductores que causen accidentes de gravedad debido a los efectos del alcohol, las drogas o la conducción temeraria. «Que se eleven las penas hasta nueve años de prisión para quien cause accidente de especial gravedad en el que haya más de una víctima, o que se provoque por existir alcohol, drogas o conductas temerarias. Que se condene a cuatro años de prisión a quien, tras provocar un accidente, huya tras causas lesiones o muerte a las víctimas».