La plaza de Es Martell se llenó de gente que se acercó a disfrutar de las tapas de pescado de Ibiza de los 15 puestos de la Feria. | MOHAMED CHENDRI

Con arroz, acompañados de allioli, guisados, en pizza o sencillamente a la plancha. Los pescados de otoño como el salmonete o moll, el gerret, la sírvia o el gató, protagonizaron ayer la jornada gastronómica y musical de la Fira del moll i els peixos de tardor.
Mucha gente se acercó la plaza de es Martell para acudir a disfrutar del peix nostrum, en lugar de admirar los yates que suele rodear este enclave en verano.

Los preparativos

Sobre las 11 ya estaba todo preparado. En el puesto del restaurante Guillemís iban a preparar tapas de cuchara. Un tradicional arroz con gerret i pinya de col, y un marmitako de sírvia. En el restaurante trabajan mucho con el pescados de Ibiza como el gall o la roja. Se mostraban muy contentos de poder participar de esta iniciativa y defender la cocina autóctona.

A su lado Sandra ultimaba el mostrador del puesto de Es Terral. Entre sus tapas unas albóndigas de gató. «Es una receta muy tradicional que está pensada para que los niños coman pescado», contaba Sandra, aunque es un plato que también disfrutan mucho los adultos.

En el restaurante A son de mar el trabajo con el producto local, «sobre todo pescado», es el pan de cada día, comentaba Dídac. En su pizarra variedad de preparaciones: arroz con salmonete, sírvia en escabeche y parmentier de boniato, calamar con albondigas de sepia en su tinta y de postre un brownie.

Las cofradías de pescadores de Vila y Sant Antoni también ultimaban sus preparativos en la carpa. Todos lucían camisetas con la marca Peix Nostrum. Delante de su puesto artes de pesca para langostas denotaban su profesión. Su carta, sencilla: molls fritos o a la plancha, calamares a la romana o a la plancha, gamba hervida y cigala a la plancha. Sin salsas. Con un poco de sal. «Hay que animar a la gente joven a comer pescado fresco», comentaban en el puesto, «hoy comen sólo pescado congelado y la diferencia de sabor es de la noche al día». Una diferencia que mucha gente no conoce porque no compra este producto, a veces «por no pelear con las espinas».

La feria era una oportunidad para acercar los sabores de los pescados de temporada a todo el mundo , decían los creadores del sello Peix Nostrum que identifica al pescado de la isla capturado mediante métodos sostenibles,.

Desembarco del género

Poco después de las 11:30 atracaba la barca con el pescado fresco para la feria. De ahí lo subieron a un carro tirado por una mula. Al frente tres niñas y un niño hacían sonar las caracolas que anunciaban la llegada del género. Detrás, la Colla de Sa Bodega ponía música al recorrido que terminó frente a la caseta de las cofradías de pescadores, donde descargaron todas las cajas.

Los curiosos que había por la zona pudieron ver la exhibición de ball pagès de la colla de Sa Bodega y la sonada de caracolas. Finalmente el alcalde de Vila, Rafael Ruiz, inauguró la feria con un breve discurso en el que defendió la importancia de eventos como este para promocionar un producto que no debería necesitar promoción por su calidad, como es el pescado de Ibiza.

Las paellas y las planchas se pusieron en marcha, mientras los más pequeños participaban en talleres de dibujo y concienciación medioambiental.

Pasado el mediodía la plaza del Martell empezó a llenarse para el aperitivo. Los grupos Yeshe Ryders, Dr Trapero y Lucy Sky and Diamonds amenizaron el evento mientras la gente se sentaba en las sillas y mesas dispuestas en la plaza. El sol caía fuerte, pero la brisa marina atenuaba un poco sus efectos. Las mesas se llenaron y algunos se sentaban en los bancos a disfrutar del pescado de temporada.