La tormenta que cayó ayer provocó que las alcantarillas se desbordaran y se inundaran los campos del Pla de ses Salines. | DANIEL ESPINOSA

«Es muy sintomático y preocupante que hasta el momento no se haya tomado ninguna medida seria, porque el problema sí que es serio y afecta al Parc Natural de ses Salines». De esta manera se expresó ayer Carme Torres, una de las portavoces de la plataforma ciudadana Prou!, ante los continuos vertidos de aguas fecales en fincas agrícolas de esta zona y en los mismos estanques de Sal Rossa.

Torres señaló que Prou! se reunirá «pronto» con el Ayuntamiento de Sant Josep e interpelarán al Consistorio por esta cuestión. «El vertido de aguas fecales sería preocupante en cualquier sitio pero en ses Salines nos toca más el corazón. ¿Qué hacen el Ayuntamiento de Sant Josep y el Govern? Hay dejadez por parte de las autoridades correspondientes, alguien está fallando», añadió Carme Torres.

Más contundente se mostró la presidenta de Amics de la Terra, Hazel Morgan, quien acusó directamente al Govern balear de ser los responsables de esta situación. «Es inadmisible que en un parque natural se produzcan este tipo de incidencias. El Parc es competencia del Govern, pase lo que pase es su responsabilidad. Que repasen todas las canalizaciones y busquen una solución, no puede ser tan complicado», apuntó la líder ecologista.

Daño a las aves acuáticas

Por otra parte, el presidente del Grup d’Estudis de la Naturalesa (GEN), Joan Carles Palerm, alertó de que la contaminación de los estanques de Sal Rossa con aguas fecales supondría un incremento de la presencia de algas «que se alimentarán de esta suciedad y provocarán un descenso del oxígeno que acabará matando a los insectos de los que se alimentan las aves acuáticas que van a Sal Rossa».

Palerm insistió en la importancia de estos estanques: «Es un espacio importante y tiene un interés extra porque contiene cantidades de sales inferiores al resto de los estanques de ses Salines y las aves que no encuentran sitio en los otros se van a Sal Rossa».

Un estudio del biólogo Bartolomé Planas Marí alerta del «grave problema crónico de salud pública» derivado de la contaminación de los pozos de la zona, que no son aptos para el consumo humano, así como de los estanques de Sal Rossa.

Palerm culpó tanto al Ayuntamiento de Sant Josep como al Govern balear de la situación, pero también al conjunto de los ciudadanos por tirar «toallitas y compresas por el inodoro, lo que provoca que ahora la tubería reviente antes».