Imagen de archivo de Pep Tur Vergeró, presidente de la Asociación. | DANIEL ESPINOSA

La Asociación de Propietarios de Fincas Rústicas de Sant Josep (Asfinrus) califica de «negativo» el Proyecto de Ley Agraria redactado por la Conselleria de Medi Ambient.
Según explicó su presidente Pep Tur Vergeró, «es una ley de despacho consensuada con los partidos que gobiernan porque no se ha consensuado con nadie más». Se refirió así a los técnicos, cooperativas y asociaciones de agricultores, además de los propietarios de terrenos.

«Estamos todos en contra porque nos parece una aberración lo que quieren hacer. Es una Ley que desilusiona por completo a todos los propietarios de fincas rústicas», matizó el presidente de Asfinrus.

A su parecer, de aprobarse el Proyecto de Ley Agraria, muchas personas «abandonarán» el campo por completo. Y es que, según apuntó, «se están vendiendo fincas mal vendidas a gente que, seguramente, lo que quieren es especular con ellas», dijo. «Saben que ahora es la oportunidad de vender barato y, si el día de mañana cambia la Ley, podrán hacer algo y sacarle buen rendimiento».

Desde Asfinrus explicaron que, en el caso de Ibiza, aunque hay muchos agricultores, hay pocos que sean prioritarios. «Que no se pueda construir nada y la única posibilidad de construir sea teniendo una explotación agraria prioritaria es difícil de conseguir», subrayó Vergeró.

Buscar la «fórmula»

La realidad es que en la isla hay un problema de construcción que ahora intenta limitarse con nuevas leyes. A juicio del presidente, muchas construcciones se han quedado fuera de la Ordenación, a pesar de que eran legales cuando se hicieron. «Las normativas han ido cambiando y se han ido creando situaciones diferentes, pero no se puede sancionar algo que en su día era legal».

Así, remarcó que «antes se permitía construir bajo unas condiciones y si se permite construir condicionando, pero a todo el mundo hacerlo según la necesidad que tenga, creo que es algo que se puede hacer», apuntó Vergeró.

Lo que pretenden desde la Asociación es llegar a un «acuerdo» que favorezca a todas las partes. «Vamos a buscar la fórmula que permita normalizar estas construcciones y a trabajar para regular lo que está mal».

Según reiteró el presidente, lo que se va a conseguir es «prohibir todo y cuando todo esté prohibido, problema solucionado. Así lo dijo Podemos en su día: en Ibiza crecimiento cero».
A su parecer, el funcionamiento del Govern se basa en la prohibición. «Prohibir nunca ha sido bueno y es lo que hacen. No se trata de dar plena libertad, pero tampoco de esto.

Antes había limitaciones; con el antiguo PTI teníamos unas reducciones cuando era por herencia y cuando era por compra necesitabas unos metros para poder construir», explicó.
Por ello, los afectados van a estudiar la situación para actuar en consecuencia. Su objetivo prioritario es conseguir unas leyes que sean duraderas, lógicas y que favorezcan a todos por igual, sin hacer discriminaciones.

Tradiciones

Para Vergeró ser agricultor en las Pitiusas, a día de hoy, es prácticamente imposible. «Qué vas a hacer, ¿estar todo el día con el tractor y con el remolque de donde tengas la casa hasta tu finca? Eso no es lógico, nadie vive de la agricultura».

De hecho, quiso recordar que la costumbre en Ibiza siempre ha sido vivir encima de las tierras que has heredado. Además, añadió que «los padres, siempre que han podido, han intentado dejarle a sus hijos una casa para vivir. Con estas leyes que estamos sacando es imposible».

En este sentido, el presidente de la Asociación de Propietarios de Fincas Rústicas de Sant Josep dijo que a las nuevas generaciones que quieran vivir en el campo esta Ley les va a «dificultar bastante las cosas».

«Tienes un trozo de terreno que puedes cultivar, pero en el que no puedes hacer nada. Ya no hablo de construir una casa, sino de un sitio donde puedas guardar el grano o las herramientas», criticó.

Asimismo, recordó que en Ibiza se permite hacer «todo tipo» de especulaciones con el alquiler y, sin embargo, limitan la construcción en el campo.