El conseller de Medi Ambient, Gonzalo Juan, visitó la zona donde se levantará la futura planta de triaje en el vertedero de Ca na Putxa, situado en Jesús. | DANIEL ESPINOSA

Una vez que concluyan las obras de construcción de la planta de triaje, los ibicencos estarán obligados a separar la materia orgánica de los residuos que generen en sus domicilios y depositarlos en unos nuevos contenedores de color marrón, como ya se lleva a cabo en ciudades como Barcelona desde hace más de una década.

Así lo confirmó ayer la técnica de residuos del Consell d’Eivissa, Elba Montes, durante la visita de obras que se realizó al vertedero de Ca na Putxa, donde ya han empezado las catas del terreno en el lugar donde se levantará la futura planta de triaje.

Según explicó Toni Roig, gerente de la UTE Giref, empresa que gestiona el vertedero y responsable de las obras de la planta de triaje, la intención de estas catas es saber si el terreno es apto para que sobre él se construya la nueva instalación. «Hace dos se manas se llevaron a cabo unos ensayos sísmicos con equipos electrónicos para mirar la composición (del terreno) y, a partir de los resultados, los geólogos determinaron una segunda campaña de perforación y extracción de catas para determinar la composición y la capacidad del terreno antes de iniciar la cimentación y nivelación», destacó ayer Roig.

La planta de triaje tiene que levantarse sobre un terreno formado por restos de basura y «hay que ver si hay que consolidar el terreno o si tenemos que sacar todos los residuos hasta el fondo», apuntó Toni Roig.

La planta de triaje contará con un sistema de biometanización que servirá reutilizar el biogás que creen los residuos como combustible. Este biogás se destinará a producción eléctrica para autoconsumo de la propia planta de triaje «y si hubiera excedentes se intentaría inyectar a la red eléctrica», indicó el gerente de la UTE Giref, la empresa concesionaria de Ca na Putxa.

Posibles sanciones

Esta planta de clasificación permitirá que el vertedero de Ca na Putxa cumpla con las exigencias legales en materia de medio ambiente ya que en la Unión Europea están prohibidos los vertederos de residuos no tratados.

Cuestionado por la posible multa económica en este sentido, el conseller insular de Medi Ambient, Gonzalo Juan, señaló que «el riesgo de sanciones existe pero una vez que las obras han empezado el riesgo se diluye. El problema es que no habían empezado las obras pero ya lo han hecho, por lo que si hubiera alguna sanción sería muy inferior», concluyó.