El director de teatro, productor y actor Antonio Cantos en una imagen reciente. | Rob Driessen

El actor, director de teatro y de cine y productor Antonio Cantos es uno de los rostros más conocidos y respetados de la escena en Ibiza. Nacido en Antequera, Málaga, un 12 de octubre de 1966, lleva residiendo en la mayor de las Pitiusas más de dos décadas, desde que llegara con 30 años buscando abrirse camino en el mundo de la interpretación y la dirección de actores.

No le ha ido nada mal. Su curriculum está lleno de éxitos, magníficas interpretaciones en series como Los hombres de Paco, Acusados, Cuéntame, Los misterios de Laura o El secreto de Puente Viejo y sobre todo de reconocimiento y respeto por parte de sus colegas en una profesión tan dura y exigente. Además, ahora, y mientras está pendiente del estreno de la serie Genius Picasso, producida por National Geographic y donde ha compartido protagonismo con Antonio Banderas, hemos conocido la renovación de su obra Si vienes y no estoy es que me he ido en los Teatros Luchana de Madrid hasta el 28 de octubre. Un nuevo paso en una carrera que ya no tiene freno.

—Enhorabuena. Los madrileños tendrán al menos un par de meses más para reírse con su obra Si vienes y no estoy es que me he ido.
—Gracias. Estamos muy contentos. Poco a poco nos vamos abriendo camino con la productora AMC. Además, supone una magnífica noticia para poder seguir haciendo cosas desde Ibiza.

—¿Se imaginan seguir en cartel varios años como esos grandes musicales?
—(Risas). Ojalá. De momento, tras el parón obligado de agosto en Madrid los responsables de los Teatros Luchana nos han renovado su confianza y eso es de agradecer. Mejor ir paso a paso. Lo primero y más importante es que los espectadores nos sigan eligiendo.

—¿Cual es el secreto de la obra para que la recomienden espectadores y compañeros suyos de profesión?
—Tal vez sea porque es una comedia divertida que habla del amor y el desamor en la que el espectador se siente muy identificado con lo que les pasa a los personajes. Además, creo que hemos dado con un texto ágil, rápido y fresco que es interpretado con mucho acierto por un magnífico elenco de jóvenes actores de una gran profesionalidad.

—Además no es ninguna adaptación. Es un texto completamente nuevo.
—Sí. Fue elegido entre los cientos de obras que se presentan cada año en los Teatros Luchana. Ellos buscan textos novedosos, comedias divertidas y frescas y afortunadamente parece que hemos dado en el clavo.

—De hecho, amigos míos que han visto la obra me han dicho que salen con una sonrisa en la boca tras la función...
—De eso se trata. De pasar un buen rato evadiéndose de la dura realidad. Además, Si vienes y no estoy es que me he ido habla de otras cosas y te hace reflexionar sobre las relaciones de pareja, los amores tóxicos entre novios o amigos, cómo afecta el paso del tiempo al amor o que nadie nos ha enseñado a amar. En los colegios y en las universidades aprendemos muchas asignaturas pero nadie nos da las claves para saber amar correctamente o elegir a la persona adecuada.

—¿La renovación de la obra es un reflejo de la buena salud del teatro en España?
—Por su puesto. En Madrid los teatros están haciendo las cosas muy bien. En una sociedad actual gobernada por las redes sociales, el cine o la series resulta que esa gran pantalla en 3D que es el teatro sigue más viva que nunca. El espectador ha vuelto a descubrir la magia que supone ver una representación en tiempo real junto a otras 120 personas con las que compartes carcajadas o sorpresas.

—Una magia, la del teatro, que parece que están redescubriendo muchos actores que desde hace años están volviendo a apostar por subirse a las tablas cada noche.
—Sin duda. Para el intérprete, el director, el productor y hasta el tramoyista cada día de representación supone una experiencia única en la que siente una serie de emociones que no se pueden definir con palabras. Además, todo esto en los Teatros Luchana de Madrid se ve multiplicado al ser unos multiteatro en el que todos los días convivimos con otros compañeros que representan otras obras. Y eso, sinceramente, es un lujo.

—¿No cree que el teatro debería apostar más por los jóvenes?
—Afortunadamente cada vez se está haciendo más obras de teatro pensadas especialmente para ellos. Sin embargo creo que la cuestión va más allá. Creo que en nuestro país sería necesario y casi obligatorio incluir el teatro como una asignatura que forme parte del curriculum escolar. Ya se ha demostrado en países en los que se imparte como una asignatura seria que es una herramienta tremendamente útil para que los jóvenes aprendan a desarrollarse dentro de la propia sociedad.

—¿Nos haría mejores personas?
—Sin duda. Y también mejores profesionales. El teatro aporta una serie de capacidades para comunicar y saber expresarse en público que son muy útiles en nuestro día a día. Todos aquellos que han hecho teatro alguna vez pierden el miedo a hablar en público y son mucho más hábiles cuando expresan sus opiniones, dicen lo que piensan y se atreven a no tener miedo por tener voz propia. El teatro mejora muchas facetas de nuestra vida y por eso debería ser una asignatura obligatoria en todos los colegios e institutos.

—Cambiando de tema, ¿cuándo volveremos a ver Si vienes y no estoy es que me he ido en Ibiza?
—Estamos en ello. Me encantaría poder llevarla en primavera, una vez que termine la prórroga en los Teatros Luchana de Madrid y la gira por la Comunidad de Madrid. Me encantaría que Ibiza fuera el final del trayecto de esta obra tan especial para mí y por eso ten por seguro que en la isla verán la mejor versión de la obra, con los textos y la música mejorada.

—¿Qué proyectos tiene ahora entre manos?
—Varios. Estoy pendiente del estreno de la serie Genius Picasso y acabo de terminar una prueba para hacer un papel en una serie de televisión para la DC junto a Richard Gere. Además, estoy pendiente de producir una obra infantil y otra para adultos en Madrid, sigo con el Master de dirección de cine gracias al cual he realizado dos cortometrajes... En fin, escribir, producir, dirigir, actuar...

—Madre mía, ¿de dónde saca el tiempo?
—(Risas). Pues lo cierto es que no me aburro lo más mínimo. Cuando trabajas en lo que te gusta siempre acabas sacando el tiempo de donde no lo tienes.

—¿Cómo le va con la productora AMC?
—Bien. Intentando sobrevivir en un mundo tan complicado como este. Tenemos en mente proyectos audiovisuales y de teatro que creemos que pueden ser muy interesantes porque ayudarían a difundir una mejor imagen de la isla de Ibiza.

—¿Es posible cambiar la mala imagen de nuestra isla a través del cine o el teatro?
—Por supuesto. Tenemos una isla preciosa a pesar de que en ocasiones cierto tipo de turismo no haga más que dañar nuestra imagen. Por eso es necesario crear producciones que también pongan en valor todo lo bueno que tiene Ibiza.

—Entre ellos grandes actores y directores...
—Es cierto. Hay que apostar por otro tipo de artes escénicas en Ibiza que no sean sólo la música electrónica o la fiesta.