El rock no faltó a la cita del Club Paladines. | MOHAMED CHENDRI

Puig d’en Valls celebró durante toda la tarde de ayer en la Plaza del Pueblo una serie de actividades organizadas por el Paladines Custom Club, con la participación del Ayuntamiento de Santa Eulària y La Pizzería de Puig d’en Valls, con las que el club de moteros celebró sus 25 años de historia. Unas actividades que sirvieron también para rendir homenaje a Vicente Portas Martí Serral, empresario y exconcejal de Sant Josep que falleció en octubre del año pasado. Portas también fue presidente del Paladines Custom Club y, por supuesto, un apasionado de las motos.

El ambiente empezó a coger forma a partir de las 19:00 horas de la tarde, con la celebración de diferentes juegos moteros y los diferentes puestos en los que se podían adquirir diferentes productos de la asociación de moteros, como gorras y camisetas, por el módico precio de 2 y 3 euros. A esta hora de la tarde se empezaron a realizar las diferentes pruebas de sonido para la celebración del concierto a cargo de The Brand New Hippies, a las 21:00 horas, así como del servicio del bar, donde todos los asistentes pudieron disfrutar de empanadas de jamón y queso por 2 euros, empanadas de carne por 1,5 euros, pizzas por 3 euros, combinados a partir de 4,5 euros y mojitos por 5 euros, además de una barra en la que también se sirvió cerveza. Antes del inicio del concierto, los organizadores calentaron motores poniendo canciones de los años 50, con The Beatles y Elvis Presley a la cabeza, en una noche en que los vecinos de Puig d’en Valls, por encima del centenar, pudo disfrutar del mejor rock and roll.

A la celebración se sumó también el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí y el concejal de Festes de Puig d’en Valls, Toni Marí, quienes se hicieron una foto con Mariano Moreno, presidente del Club Paladines, que el alcalde subió a las redes sociales al momento.

Mariano recordó que estos 25 años de historia del club han servido para «establecer relaciones basadas en el respeto mutuo y la confianza, a conocer buenas personas y también seres de otra calidad. A mirar de frente a las adversidades y a tomar decisiones necesarias en los momentos difíciles. Y a vivir la experiencia de decir adiós a compañeros que se han quedado en el camino».