Baldosas desprendidas en el baño del hospital residencia Cas Serres en el que se iba a instalar Josefa Escandell.

Una familiar de Josefa Escandell, la anciana de 92 años de edad que iba a ser ingresada en el Hospital Residencia de Cas Serres, explicó ayer por la mañana que la paciente permanecía en el Hospital de Can Misses en boxes de urgencias, ya que los médicos no quieren autorizar el ingreso de un paciente crónico (sufrió un ictus y una trombosis el 25 de mayo) en una unidad de agudos. Los familiares de Josefa aseguraron que lo hacían porque la habitación que se había preparado para su abuela no estaba en condiciones y adjuntaron fotografías de la misma en la que se veían baldosas desprendidas en el baño, corrosión en la cama y una mesita de noche vieja y que Lydia Jurado, consellera de Salud, admitió que Cas Serres no estaba en condiciones de albergar a una paciente como Josefa.

«Eso es totalmente falso», afirmó tajantemente Lydia Jurado a Periódico de Ibiza y Formentera. La consellera insular de Salud explicó que «evidentemente hablé con la familia y le pedí disculpas. Cas Serres es un centro que está equipado para atender patologías como las que presentaba esta paciente y es una decisión familiar que Josefa no sea ingresada pese a que se le ofreció un cambio de habitación en 24 horas. Finalmente, la familia decidió ingresarla de nuevo en Can Misses», explicó Jurado. La consellera insular lamentó la situación ya que «nadie pretende que una paciente se siente violentada en unas circunstancias que no son agradables para la familia». Sin embargo, no negó la veracidad de las fotografías publicadas. «Las fotografías son las que son y la habitación es la que es, no voy a negar eso porque es así. Pero también es verdad que se está arreglando y que ibamos a ofrecer otra habitación a la paciente».

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La consellera también quiso defender la gestión de los trabajadores y trabajadoras del centro, así como la calidad asistencial y negó que ésta fuera «tercermundista». «Hay gente que lleva muchísimos años en este centro y que está muy satisfecha del trato que se les da», declaró Jurado.

Por su parte, desde UGT explicaron que para el mantenimiento del hospital hay dos personas trabajando «cuando deberían ser cinco». «Hay en marcha un bolsín de oficiales para cubrir un puesto en breve pero falta un operario desde octubre del año pasado y no se sustituye, pese a que se ha creado un bolsín para para una sustitución que hemos exigido», denunciaron fuentes sindicales. Desde UGT añadieron que «trabajadores, familiares y usuarios llevamos años denunciando infinidad de deficiencias que a duras penas se van corrigiendo, pese a que siempre nos han dicho que no hay problema de dinero para este tipo de inversiones», lamentaron. Jurado reconoció que ha habido problemas de mantenimiento «que están identificados y que se están solucionando», pero añadió que todos los años se han hecho inversiones que han ido en aumento. «No se ha dejado en deterioro el centro», insistió y añadió que «este edificio lleva 25 años en funcionamiento y cuando llegamos al gobierno nos encontramos con una anterior legislatura que no había hecho nada. Las cosas que no se tocan durante muchos años se van deteriorando».
Según los datos aportados por el Consell d’Eivissa, en 2016 el centro contó con un presupuesto de 185.000 euros; en 2017, 98.374 euros en mantenimiento del edificio y 99.000 euros en la adquisición de mobiliario y para este 2018, se ha asignado un presupuesto de 98.373 euros en mantenimiento y 95.100 euros en adquisición de mobiliario.