La finca de Can Secorrat, en Forada, es una de las diez explotaciones donde se cultiva el ‘meló eriçó’. | Consell d'Eivissa

Ayer se presentó la nueva campaña de promoción del ‘meló eriçó’, la variedad autóctona ibicenca de esta fruta. Este es el segundo año que se realiza esta promoción mediante la diferenciación dentro del mercado de la marca ‘Sabors d’Eivissa, variedad tradicional’, impulsada conjuntamente por el departamento de Medi Ambient i Medi Rural i Marí del Consell d’Eivissa y el grupo Leader.

A pesar de la dificultad para conocer la producción exacta de ‘meló eriçó’ en Ibiza por la existencia de pequeños huertos que producen para el autoconsumo, en el apartado de grandes productores de cara a la venta la producción de ‘meló eriçó’ se ha triplicado en sólo un año y se calcula que en 2018 hay 2.000 plantas en producción que generarán 6.000 kilogramos de esta fruta, mientras que en 2017 la producción fue de dos toneladas. Siete nuevos productores se han incorporado a la iniciativa y, en total, en Ibiza ya hay diez fincas que producen ‘meló eriçó’ para su venta.

La iniciativa se presentó ayer en la finca de agricultura ecológica de Can Secorrat, en Forada, que el próximo año ampliará la superficie destinada al cultivo del ‘meló eriçó’ porque este año ha vendido toda su producción a restaurantes y hoteles locales. Esta fruta es un producto exclusivo, de temporada, que se puede encontrar en el mercado local de la isla durante los meses de julio y agosto, concentrando el pico de producción durante la segunda quincena de julio y la primera de agosto. El hecho de que sea de rápida maduración y corta vida útil, su comercialización se limita a los meses de verano. La corta vida comercial del producto ha provocado que haya sido desplazado del mercado por otras variedades de melón de más fácil conservación.

«Es un melón dulce, con un gran aroma, una pulpa que se aprovecha en su práctica totalidad y un aspecto externo muy característico», explicó Adrián Díaz, técnico del Grupo Leader. «Es un producto muy valorado y con muchísima aceptación pero tiene el problema de que aguanta pocos días y que sólo se puede comercializar durante el verano, lo que ha provocado que su producción se haya reducido muy significativamente». Un proceso que se está revirtiendo gracias a que «se trata de un producto muy valorado, con una demanda estable, lo que permite que los agricultores reciban un buen precio por el producto».

Durante la presentación, el jefe de cocina del restaurante Ca n’Alfredo, José Torres, explicó las posibilidades gastronómicas del ‘meló eriçó’, tanto para la elaboración de cremas o sopas frías, ensaladas, o como postre acompañando a helados.