García Egea es murciano y concedió la entrevista a este periódico en el Port de Sant Miquel. | JAUME MARTORELL

Teodoro García Egea (Cieza, 1985) es el nuevo secretario general del PP, designado por el presidente de la formación Pablo Casado. Este diputado en el Congreso, ingeniero de telecomunicaciones, veranea en las Pitiusas desde hace seis años. Nos recibe en el Hotel Rural Can Maries del Port de Sant Miquel.

¿Cómo ha sido el desembarco en la secretaría general del PP?
—El PP en estos cinco años atrás ha estado muy centrado en la labor de gobierno. Al comienzo de los años de gobierno de Rajoy eran muchos los que no daban un duro por que España saliese adelante sin necesidad de ayuda externa y hemos visto cómo entre todos y siguiendo las recetas planteadas por el PP, hemos conseguido salir adelante. Hemos estado muy centrados en la labor de gobierno y ahora, tras este suceso inesperado que ha sido la salida del gobierno, nos toca reorganizar, recomponernos y dar la batalla de las ideas.

¿Cree que el congreso extraordinario ha servido para dar carpetazo al varapalo que supuso perder el gobierno o cree que todavía hace falta más tiempo?
—El congreso ha sido una excelente oportunidad para reconciliarnos con nosotros mismos, con nuestras ideas y principios de siempre, con ese cosquilleo al que apelaba continuamente Pablo Casado de la primera vez que te afiliaste. El afiliarse a un partido no es obligatorio, es algo que haces porque quieres, y cuando uno se afilia al PP siente algo especial que durante esta campaña mucha gente ha vuelto a sentir. Por eso creo que hay mucha gente que tiene la sensación de que ha pasado mucho tiempo desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa, primero por todo lo que ha torcido y segundo porque este proceso congresual ha devuelto la ilusión a la gente que cree en el PP. De modo que el congreso ha sido bueno para España, para el PP y creo que va a ser bueno para nuestros candidatos que se presenten a las elecciones dentro de unos meses.

Pablo Casado se autoimpuso integrar a las candidaturas que habían participado en alguna fase de las primarias. ¿Cree que esto se ha logrado?
—Hay que analizar los números. En el último comité ejecutivo 10 de los 35 miembros concurrieron en la lista de Soraya Sáenz de Santamaría. Cuca Gamarra, vicesecretaria general, Yolanda Abel, María del Mar Blanco, Carlos Iturgaiz. Terminado el congreso, todos formamos parte del PP y todo el auditorio se puso en pie reconociendo la victoria de Pablo Casado. A partir de aquí ni caben corrientes ni caben bandos. La integración se ha producido.

¿Va a utilizar el PP su mayoría de diputados en el Congreso y su mayoría absoluta en el Senado como una mayoría de bloqueo?
—No queremos bloquear nada que sea bueno para los españoles pero vamos a ejercer nuestro papel de oposición si se intenta hipotecar el futuro de los españoles. Vamos a bloquear todo lo malo que pueda traernos este gobierno de coalición con independentistas, populistas y socialistas de Pedro Sánchez. Mi impresión es que Sánchez quiere ser presidente pero no quiere gobernar. Quiere disfrutar de lo que significa presidir el Gobierno pero obviando lo que significa tomar decisiones en momentos difíciles. Estamos viendo cómo ha tirado adelante el problema de los taxis sin posibilidad de solución, cosa que está haciendo mucho daño a sectores económicos importantes como es el caso del turismo. Tampoco habla claro con el desafío independentista y no sabemos si es por los pactos ocultos con las fuerzas que le llevaron a La Moncloa. Está gobernando con los presupuestos del PP, con el techo de gasto del PP y lo lógico sería que se vaya y deje gobernar al PP.

Con respecto al conflicto de los taxis, ¿qué le parece la propuesta de Fomento de que sea cada comunidad autónoma la que regule según le parezca?
— Esto da buena idea de lo que es este Gobierno. ¿Usted se imagina si cuando se comience a negociar un nuevo modelo de financiación autonómica cada cual hace lo que quiera? Esto es peligroso. Porque además con los taxis y las VTC ya había un importante consenso y había sido regulado a través de establecer proporciones mediante dos reales decretos presentados por el Gobierno del PP y ahora se reabre sin posibilidad de solución y el ministro de Fomento se quiere quitar del medio. Creemos que el Gobierno debería tener una hoja de ruta más allá de echar al PP.

Se acusa a Pablo Casado de pretender virar a la derecha e incluso a la extrema derecha en ciertos asuntos. ¿Es así?
—De izquierdas no somos. No somos de Podemos. Lo que somos es de extremo sentido común y todo lo que esté a la derecha del PSOE queremos que tenga su casa en el PP. Tomar decisiones importantes de acuerdo a las creencias de cada uno hay quien lo califica de extrema derecha y yo lo califico de ser fiel a lo que uno piensa y a lo que uno cree. Cuando alguien como Pedro Sánchez nos califica de extremos, él que ha llegado al Gobierno con los que quieren romper España, con los que se han saltado la legalidad constitucional, los que han hecho del populismo su única forma de hacer política, cuando alguien así nos acusa de extremos, creo que algo estaremos haciendo bien. Cuando se ve a todo un país y a todo un partido ilusionado con un nuevo líder como Pablo Casado, tienen miedo de tenerle enfrente hablando claro de los temas importantes para España. Lo que dice Pablo Casado contrasta con el silencio de Sánchez sobre la unidad de España, la igualdad de oportunidades o el tema de los taxis o la inmigración. Están intentado poner etiquetas al nuevo PP por el miedo que tienen de que la ilusión del partido se traslade a todo el país, que ya está sucediendo.

La visita de Pablo Casado a Ceuta parece haber sacado de quicio a ciertas personas que le acusan de populista e incluso de racista por hacerse fotos con los inmigrantes cuando aboga por no darles papeles. ¿Qué puede decir al respecto?
—A quienes se ponen nerviosos porque Casado vaya a Ceuta y hable de los temas importantes para el país les diría que se vayan acostumbrando. El presidente del PP da la cara, da su opinión libre y sincera y creemos que es lo que España necesita hoy. Hemos visto como todo un Gobierno e incluso partidos de la oposición como Albert Rivera, tomaban la decisión de ir a Ceuta después de que Pablo Casado anunciase que iba a ir allí. Pero el PP ya estaba en Ceuta, en Melilla, en Algeciras, porque gobernamos allí. Casado ha puesto el foco en un problema que existe desde hace tiempo pero que está siendo mal gestionado por el Gobierno de Pedro Sánchez. Las víctimas son los inmigrantes, los culpables son las mafias y el responsable de solucionar la situación es Pedro Sánchez. La única política que cabe es la de entender que la frontera sur de España lo es de Europa y que nos enfrentamos a un problema europea. Y segundo, el problema hay que resolverlo en origen. No podemos dejar que la gente se juegue la vida en una barcaza tratando de llegar a las costas españolas cuando encima han tenido que pasar un sufrimiento enorme para reunir dinero con el que pagar a una mafia que trafica con vidas humanas. La vida es lo más preciado que existe y debemos protegerla y a esas personas debemos atenderlas en origen. Y por supuesto, si se encuentran en apuros en el Mediterráneo, poner todos los medios para salvar a esas personas arrojadas al mar por las mafias.

Hablemos de Cataluña. ¿En qué medida el PP está dispuesto a ayudar al Gobierno en un asunto capital como es la defensa de la integridad territorial de España?
—Nosotros creemos que se puede hablar de todo excepto de romper la igualdad de oportunidades entre todos los españoles, no porque creamos que no se tiene derecho a opinar, sino porque se puede opinar siempre que se respete el marco constitucional. Los independentistas tienen una vía para tratar de cambiar la Constitución si no se sienten cómodos. Como saben que eso está perdido lo intentan por la puerta de atrás a través de un gobierno débil como el de Pedro Sánchez, planteando un referéndum ilegal en el que solo se vote en Cataluña, pero eso no puede ser porque debe decidir toda España. En cualquier caso nosotros vamos a estar en frente de quienes quieran subvertir la legalidad constitucional porque Cataluña no es de los independentistas sino de todos los españoles. Si alguien quiere irse de España puede irse pero Cataluña se queda porque es de todos. Mientras nosotros estemos en las instituciones el plan independentista no va a triunfar.

El Gobierno dice que tiene un plan para buscar un mejor encaje de Cataluña en España. ¿Ustedes están al corriente de este plan del Gobierno?
—Nosotros el único plan que tenemos en la Constitución. Todo lo que se salga de ahí, con nosotros que no cuenten. No conocemos ese plan pero desde luego si se sale de la legalidad vigente, que no cuenten. De hecho, hemos planteado en el Congreso una proposición de ley en la que estamos trabajando para incrementar el tipo agravado del delito de sedición y la convocatoria ilegal de referéndum que vamos a mejorar y desarrollar para que los jueces tengan mejores herramientas para clarificar si un acto contra la Constitución y contra la convivencia es o no delito.

¿Por qué viene usted a Ibiza a hacer turismo?
—Vengo a Ibiza y Formentera desde hace seis años no solo en verano, también en primavera y en otoño, porque me encanta la naturaleza. Aquí hay lugares maravillosos que visitar, el clima, la gastronomía, el paisaje, el servicio, muchísimo mejor que lo que puedas encontrar en otras partes del mundo. Además estamos en España, lo cual es un orgullo.

¿Qué opina cuando ve a personas protestando contra la llegada de turistas?
—Hacen tanto daño ellos como los políticos que desde las instituciones les animan, les jalean y no les paran en su intento por criminalizar a la gente que viene a hacer turismo. El turismo es una fuente de riqueza importante a nivel nacional y como los gobiernos socialistas no lleven cuidado en proteger y si hace falta regular algunos aspectos que deban ser regulados, nos podemos encontrar con que quienes siembran odio en poco tiempo haya descenso de reservas y de descenso es pernoctaciones.

¿Qué opinión le merece el presidente del PP de Balears, Biel Company?
—Biel Company va a ser con toda seguridad el próximo presidente de Baleares. Lo conocí cuando era consejero de Medio Ambiente y fue un magnífico consejero. Tiene un gran equipo, con su secretario general Toni Fuster y su portavoz parlamentaria, Marga Prohens. Además son miembros de la ejecutiva nacional del PP, con lo cual el nuevo equipo de Pablo Casado ha concedido a Baleares una preponderancia importante en cuanto a peso específico. Baleares pesa ahora mucho más que a lo largo de todos estos años.

¿Y de José Vicente Marí Bosó?
—Es un extraordinario diputado. Ha llevado iniciativas importantísimas en el Congreso como la ley de contratos del sector público. Es un excelente compañero y para mí ha sido uno de los grandes descubrimientos de esta legislatura, no solo como profesional sino como persona, por su alta calidad humana. Un motivo más para visitar las islas.