La Alianza Mar Blava celebra la aprobación de una de sus principales reivindicaciones. | Marcelo Sastre

El Consejo de Ministros aprobó ayer declarar como Área Marina Protegida el Corredor de Migración de Cetáceos, una noticia que fue muy bien acogida por la Alianza Mar Blava, la plataforma balear que integra a más de un centenar de miembros de las administraciones públicas, el sector privado y la sociedad civil. La medida provocará el inmediato archivo de los permisos de investigación de hidrocarburos de Cairn Energy, en el Golfo de León y de Repsol, frente a las costas de Tarragona.

«Este Real Decreto establece un régimen de protección preventiva, para marcar esta zona dentro del ámbito de protección del Convenio de Barcelona, como espacio natural protegido a nivel marino», explicó Jaume Estarellas, biólogo del Consell d’Eivissa y uno de los portavoces de Mar Blava.

La ley blinda uno de los puntos de biodiversidad más importantes de nuestro entorno, una zona en la que los cetáceos realizan sus procesos migratorios, que alberga una importante presencia de tortugas y que también es muy importante para la alimentación de aves marinas. Por otro lado, el Corredor se incluirá en la lista de Zonas Especialmente Protegidas de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM), lo que ocurrirá una vez que se elabore el Plan de Uso y Gestión de este nuevo espacio marino protegido, algo que Mar Blava exigió ayer al mediodía.

Diego Ponce, otro de los portavoces de Mar Blava, aseguró que «es un paso esperanzador, pero la protección se tiene que ampliar al Mediterráneo en su conjunto». Ponce puso el ejemplo del avistamiento del tiburón blanco a cinco kilómetros de Cabrera, que tuvo lugar ayer. «La realización de sondeos acústicos con caños de aire comprimido, como el caso del proyecto MedSalt-2, haría totalmente inviable la protección del tiburón blanco», afirmó. Preguntado sobre si cree que el Ministerio para la Transición Ecológica de Teresa Ribera dará el paso de aprobar una ley que prohíba las prospecciones de hidrocarburos en el Mediterráneo, Ponce declaró que «es el paso más lógico, el final de la escalera que hemos empezado a subir».

Estarellas, por su parte, se mostró optimista. El biólogo considera que el «empuje de la sociedad civil» ha contagiado tanto a las instituciones como al sector empresarial y «Mar Blava es un ejemplo de cohesión y fuerza en este sentido». Hay que recordar que el Parlament balear aprobó una proposición de ley, con el concurso de todas las fuerzas políticas, pidiendo al anterior Gobierno de Mariano Rajoy prohibir las prospecciones petrolíferas en el Mediterráneo. Esta propuesta fue vetada por «razones presupuestarias».

Desde Mar Blava vuelven a insistir en que el Gobierno central debe proteger el Mediterráneo de forma definitiva. «Hay un interés ambiental, ecológico, turístico y económico para que ello ocurra», aseguraron.