La oficina de Correos de Sant Llorenç está cerrada desde el viernes. | Marcelo Sastre

El Ayuntamiento de Sant Joan acordó el pasado 8 de junio en Junta de Gobierno emprender actuaciones frente a la decisión de Correos de llevar a cabo fuera del ámbito del municipio (en Santa Eulària) la prestación de los servicios de correos que afectan a los núcleos de Sant Vicent y Sant Lorenç.

Una decisión que, según el Consistorio, «perjudicará a los usuarios afectados, además de producir una desestructuración desde el punto de vista municipal de un servicio básico fundamental».

Es por ello que se tomó la decisión de exigir a Correos que cumpla con lo que establece la Ley 43/2010 de Servicio Postal Universal, y trasladar a una letrada esta situación para que elabore un informe al respecto y, en caso de que proceda, interponga reclamación ante la Comisión del Mercado de Valores y la Competencia.

Postura municipal

El alcalde del municipio, Antoni Marí, consideró ayer en declaraciones a este medio que Correos «está jugando con los vecinos del municipio». Marí indicó que no se había informado adecuadamente ni a las autoridades municipales ni a los vecinos.

Además quiso recordar que hace tiempo que la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos amenaza con cerrar estas oficinas. Algo que ya hizo el año pasado y que supuso la movilización de los vecinos de Sant Llorenç. Unas oficinas que se construyeron por iniciativa del Ayuntamiento para facilitar a la empresa poder ofrecer este servicio. «Frente a esto en un primer momento no pudieron decir que no, pero ahora, 10 o 12 años más tarde, siguen ‘erre que erre’ diciendo que estos pueblos no tienen derecho a un horario de reparto del correo», indicó el alcalde.

Así se mostró «cansado» de esta actitud y consideró, incluso, que se les ha «engañado». Es por ello que desde el Ayuntamiento se ha valorado tomar dos medidas.

En primer lugar colaborar al máximo con los vecinos con el fin de buscar las soluciones que sean más idóneas. Entre ellas mencionó la posibilidad, siempre pendiente de estudio y de hablar con los vecinos, de poner buzones postales en las entradas de los caminos de las fincas. «Creo que el Ayuntamiento tiene que involucrarse en esto y tenemos que ayudar a los vecinos, pero es algo que tiene que partir de una iniciativa vecinal», quiso recalcar.

En segundo lugar emprender las iniciativas al alcance contra esta medida tomada de forma unilateral por correos. Es decir, exigir que se cumpla con la Ley e interponer el recurso pertinente.

«Se han terminado las reuniones vacías y buenas palabras que no sirven para nada, para al final llevarse la sorpresa de que hay que leer en un cartel que se cierran las oficinas y que se envía fuera del municipio a nuestros ciudadanos a buscar el correo. Vamos a pasar a la contundencia. El Ayuntamiento está del lado de los vecinos; les ayudaremos a instalar buzones si es preciso y se buscará el riguroso cumplimiento de la Ley», concluyó el alcalde Antoni Marí Carraca.