Los malos olores de la depuradora desatan las quejas de los vecinos de la zona de Can Sansó y Cas Capità. | Adrián Moreno

El Ayuntamiento de Santa Eulària remitió ayer una carta a la Agencia Balear del Agua y Calidad Ambiental (Abaqua) para exigir que «mejore la gestión de los lodos de la depuradora y evite los malos olores», según informó el consistorio en un comunicado.

El Ayuntamiento se dirigió a la administración balear que gestiona la planta para pedir que trate de «minimizar las molestias y problemas de salubridad que supone su funcionamiento deficiente».

Con las primeras jornadas de calor y el incremento de la población estacional, se están registrando molestias por los malos olores entre los vecinos de los barrios de Can Sansó, Cas Capità y otras zonas adyacentes del núcleo urbano de Santa Eulària.

El Ayuntamiento reconoce que las obras de ampliación suponen una situación excepcional, pero «no debe ser excusa» para que se repitan las mismas situaciones vividas en los veranos de 2015 y 2016, precisaron. Tras esos veranos, en Santa Eulària se creó un sistema de gestión de lodos de depuradora, que incluía procedimientos para la generación de compost.

Esta gestión de lodos supuso un gasto para el erario municipal de casi 200.000 euros, que, según critica el consistorio, aún no han sido abonados por la Conselleria de Medi Ambient ni por el Consell d’Eivissa.

Así, explicaron que no van a renunciar a este dinero «ya que los ciudadanos de Santa Eulària no deben pagar el doble por la gestión de residuos».

El Ayuntamiento de Santa Eulària matizó que, aunque no renuncia al cobro de este dinero, «esta deuda no es un impedimento» para, si fuera necesario, volver a implicarse «para dar solución a las personas afectadas».

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El Ayuntamiento de Santa Eulària se enfrentó al mismo problema durante el verano pasado, cuando se ofreció para extraer los lodos de la depuradora, ante los malos olores que desprendía y las consiguientes quejas de los vecinos.

Así, el consistorio ofreció a Abaqua hacerse cargo de la gestión de los lodos, como también ocurriera en los veranos de 2015 y 2016. En caso contrario, exigió a Abaqua mediante escrito que «ponga todos los medios necesarios» para garantizar un correcto mantenimiento y la gestión de los lodos.

Finalmente consideraron que los malos olores y las emisiones de gases son problemas «inadmisibles» en cualquier época del año, pero especialmente al inicio de la temporada al suponer «perjuicios incalculables para el valor de marca de Santa Eulària des Riu como destino de calidad».