El Consell se ha puesto a disposición de todas las adminitraciones para ofrecer toda la ayuda que sea necesaria para cooperar en la atención de los refugiados procedentes del barco Aquarius. Así, por un lado, el presidente del Consell Vicent Torres ha ofrecido su colaboración a la presidenta de las Illes Balears, Francina Armengol, a quien el Consell ha puesto “a plena disposición para lo que pueda necesitar”. La vicepresidenta primera, Viviana de Sans, ha informado también que la “consellera de Bienestar Social, Lydia Jurado, ya se ha puesto en contacto con la Cruz Roja, que es quien coordina la entrada de refugiados en las Baleares.
Torres ha manifestado que “la nuestra es una isla solidaria” y que “tenemos que estar al lado de los que sufren”. Según ha dicho, “desde Ibiza, como isla mediterránea, tenemos la obligación y la responsabilidad de ayudar a estas personas. No podemos aceptar que este mar que nos une sea un lugar de progreso y bienestar para unas personas y de sufrimiento y muerte para otras”. Torres también ha agradecido la “rápida respuesta” del presidente Pedro Sánchez ante la crisis humanitaria.
La vicepresidenta primera, Viviana de Sans, ha recordado también que en septiembre de 2015 el Consell aprobó convertir la isla de Ibiza “en una tierra de acogida de refugiados” y que, desde entonces ha participado en todas las reuniones de coordinación con Cruz Roja, ayuntamientos y Govern balear para colaborar en esta crisis humanitaria con los recursos a su disposición. “No son números, son personas, refugiados que se ven obligados a abandonar su casa por culpa de la guerra. Tienen derechos y no podemos mirar hacia otro lado. Ibiza será generosa y ayudará en todo lo que sea posible”.
2 comentarios
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tienen razon el del comentario anterior y sino que los lleven a sus casas,estos de ahora que valiente son con los dinero de los demas pero el suyo a buen recaudo
Me parece estupendo. Ya pueden ir rehabilitando el antiguo cuartel de "Sa Coma" como centro de acogida y de residencia, corriendo el propio consell con los gastos de manutención, limpieza y de personal. Mientras tantos los funcionarios y trabajadores destinados en las islas nos vemos obligados a pagar enormes alquileres por unas viviendas que están, en muchos casos, peores que las de estos mismos inmigrantes.